¿Sabías que Cuba llegó a contar con la segunda farmacia más importante del mundo?

miércoles, 4 de julio de 2018

La antigua farmacia La Reunión, en el centro histórico de La Habana, se erige en historia viva del arte de la droguería en Cuba y deslumbra a visitantes nacionales y extranjeros con su belleza que parece haber quedado detenida en el tiempo.

Se fundó la farmacia tan temprano como el 20 de mayo de 1853 en la calle Teniente Rey No. 41 entre Compostela y Habana. De esa forma quedó constituida la Sociedad Sarrá y Cía, germen de la futura Sarrá que con el paso de los decenios llegaría a convertirse en una de las empresas más poderosas de Cuba.

A la muerte de Don José Sarrá y Catalá, el fundador, el nuevo dueño, su sobrino José Sarrá y Valldejuli siguió trabajando en la farmacia y ampliando el negocio, al que incorporó nuevo mobiliario y decoró los mostradores de las vidrieras para convertir a La Reunión en una de las boticas más importantes de La Habana.

Tan importante llegó a ser La Reunión que a principios del siglo XX se le consideraba la primera de Cuba y la segunda del mundo.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 el inmueble fue nacionalizado por el nuevo Gobierno de la Isla. Continuó prestando servicios como farmacia hasta 1999 y durante ese tiempo se deterioró notablemente.

Pudo haberse perdido para siempre de no haber sido por la Oficina del Historiador de La Habana que la restauró junto a las otras dos grandes droguerías habaneras: la Johnson y la Taquechel.

El 30 de julio reabrió sus puertas como museo, a la vez que seguía prestando servicios como farmacia.

La Reunión es verdaderamente imponente. En ella sobresalen sus decorados, sus vidrieras, sus lámparas, la carpintería de sus puertas y ventanas, la ebanistería de sus estanterías de caoba, sus espejos labrados con su nombre y los vitrales que dan paso a la luz. Todo en un inmueble neogótico de ligera influencia morisca.