¿Quién fue y cómo vivió Fidel Castro Díaz – Balart, el primogénito del hombre más poderoso de Cuba, que dedicó su vida a la ciencia y terminó suicidándose?

martes, 7 de agosto de 2018

Cuando el 1ro de febrero de febrero de 2018 los medios de prensa cubano anunciaron el suicidio del primogénito del expresidente cubano Fidel Castro los habitantes de la Isla quedaron estupefactos. “Fidelito” como se le conocía a Fidel Castro Díaz – Balart primogénito del exmandatario había decidido poner fin a su vida a la edad de 69 años.

Fidelito nació en La Habana el 1ro de septiembre de 1949 y fue el único hijo de su padre con Mirta Díaz – Balart a quien Fidel conoció en 1948 mientras estudiaba Derecho en la Universidad de La Habana.

Su niñez fue convulsa, pues Fidel Castro fue condenado a prisión por los sucesos del Moncada y la relación con Mirta Díaz – Balart se deterioró hasta que poco después se divorciaron. La familia de Mirta tenía lazos políticos con el entonces presidente Fulgencio Batista y Fidel no podía perdonárserlo.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959, Mirta salió al exilio con su segundo esposo y Fidelito permaneció en Cuba junto a su padre.

Cómo le afectó esta separación al niño nunca se supo, pero lo cierto es que su padre lo envió a estudiar a la Unión Soviética donde se doctoró en en Ciencias Físico Matemáticas por el Instituto de Energía Atómica I. V. Kurchatov de Moscú y se graduó “suma cum laude” en Física Nuclear por la Universidad Estatal M. V. Lomonosov de Moscú (1974) y su filial del Instituto Unificado de Investigaciones Nucleares (JINR).

Con estos avales y por influencia directa de su padre se le nombró en Cuba secretario ejecutivo de la Comisión de Energía Atómica de Cuba y de la Secretaría Ejecutiva de Asuntos Nucleares desde su creación en 1980. El organismo era el ente encargado de materializar uno de los sueños de su progenitor: construir en Cuba una planta nuclear.

El proyecto de construcción concebido para unos diez años nunca pudo echar a andar. El derrumbe de la Unión Soviética se lo llevó por delante cuando se encontraba a un 75 % de ejecución.

Fidel culpó a su hijo del desastre que había hecho gastar en vano más de mil millones de dólares al país y lo cesó al frente de la Secretaría de Asuntos Nucleares el 17 de junio de 1992. A Fidelito le dolió ser señalado como cabeza de turco y este episodio ensombreció las relaciones con su padre por el resto de su vida, aunque nunca abandonó el país no renegó de él.

Siete años permaneció en el ostracismo hasta que en 1999 pasó a ocupar un sencillo cargo como asesor en el desaparecido ministerio de la Industria Básica.

De su vida privada, como de la de su padre se conoce poco. Se casó en primeras nupcias con la rusa Natasha Smirnova, con la que tuvo tres hijos. Aunque ambos procedían de países marxistas sus tres hijos: Mirta María, Fidel Antonio y José Raúl estudiaron en España.

Tras el fin del comunismo europeo reanudó su relación con su madre, a la que visitaba frecuentemente.

La versión oficial cubana achacó su suicidio a una fuerte depresión, motivada entre otros motivos (que nunca se especificaron) a la muerte de su padre.