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¿Quién es Abel Prieto, el hombre que sonó para presidente de Cuba y terminó apartado por completo del poder?

Abel Prieto llegó a ser en el punto más alto de su carrera política uno de los hombres más poderosos de Cuba. Tanto que el mismísimo Raúl Castro lo llamó a su lado para que se convirtiera en una especie de consejero privado. Muchos analistas llegaron a pensar que Abel Prieto, una figura con grandes apoyos en los sectores más intelectuales del país podría convertirse en el sucesor del último de los hermanos Castro.



Sin embargo, tras la salida de la presidencia de Raúl Castro su carrera política tocó fondo al ser designado como director del Programa Martiano, un puesto completamente apartado de las mieles del poder.

Considerado el más intelectual de los políticos cubanos de la generación intermedia, Abel Prieto llegó al cargo de ministro de Cultura en una época de crisis y para suceder a uno de los representantes más ortodoxos de la vieja guardia, Armando Hart. Desde esa posición tomó un conjunto de medidas para que los artistas e intelectuales cubanos pudieran salir al exterior y firmar contratos de trabajo, lo que no fue muy bien visto por varios de sus colegas en el Consejo de Ministros, contrarios a cualquier apertura.

Considerado el más intelectual de los políticos cubanos de la generación intermedia

Se asegura que Abel pudo realizar todos esos cambios porque contó siempre con la confianza de Fidel Castro, a pesar de que, según algunos, tuvieron varias discusiones debido a las intrigas contra el ministro de Cultura en el entorno cercano del “Comandante”, que Abel Prieto pudo siempre manejar para mantenerse en su posición.

Tras la retirada voluntaria de Fidel Castro fue uno de los pocos de entre los que habían sido sus ministros que no cayó bajó la piqueta del nuevo presidente Raúl Castro. Por el contrario, consolidó su posición en torno al poder y llegó a convertirse en hombre de confianza y asesor personal del presidente.

Muchos lo consideraban el más preparado entre los cuadros cubanos para relevarlo en el cargo, pero poco a poco se fue apartando de las actividades políticas hasta volver a caer como ministro de Cultura y luego todavía más bajo a director del Programa Martiano.

Algunos han justificado su pérdida de fuelle político alegando que padece una enfermedad muy delicada que nunca se ha hecho pública; mientras otros asumen que su caída es consecuencia de haber sido siempre un elemento incómodo y contestatario dentro de un sistema que premia sólo la uniformidad.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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