¿Qué comían los piratas y corsarios en Cuba?

domingo, 31 de marzo de 2019

Las historias devenidas de piratas y corsarios le atribuyen incluso hasta cierta tradición a los poblados costeros pues era por ahí donde mayor afluencia de estos personajes existía.

La alimentación , elaboración de platos y comidas es otro de los elementos que con el paso de los años ha dejado su sello en estas regiones costeras, quizás muchos pensarán que la comida de los piratas era algo fácil, pues creen que su alimentación era básica en mariscos, pescados fritos y sopas de bacalao pero lo realmente asombroso de todo eso radica en que en las profundidades sobre las que navegan estos barcos se hace imposible capturar algún pez para comer, de ahí que la tesis de la comida de los piratas a base de marisco queda parcialmente descartada.

Los piratas a pesar de llevar un vida de completa aventura, batallas, saqueos y tesoros también tienen dentro de sus historias los acaecimientos afrontados para huir de barcos de armadas de diferentes países, el hambre que pasaron durante sus largos días en altamar, de ahí aprendieron de forma excelente a deshidratar las carnes y pescado como vía de subsistencia.

Este conocimiento fue adquirido por los bucaneros luego de darse cuenta de lo sumamente dura que era la vida en alta mar, principalmente por la ausencia de agua para beber y el corto tiempo de duración de los alimentos antes de su caducidad.

Todo ellos trajo consigo la experimentación de técnicas novedosas de conservación como la de la carne y el pescado.

Se cuenta que estos hombres salaban primeramente la carne y luego la sometían lentamente al sol dentro de unas chozas llamadas boucan y sobre unas estructuras que construían en forma de rejas de madera llamadas barbicas.

Se dice que precisamente de estas chozas llamadas boucan surge la palabra bucanero.

Los piratas asumieron una dieta marcada por la abundancia de alcohol y al ausencia de alimentos frescos, las frutas estaban presentes en algunos momentos puesto que no duraban mucho, al igual que sucedía con las carnes que eran saladas y los quesos, que tampoco eran muy duraderos debido a que la entrada del agua de mar a los almacenes del barco traía consigo mucha humedad.

Un dato curioso radica también en la utilización de fuertes especias aromáticas para camuflar el olor a putrefacción que en ocasiones tomaban las carnes, de ahí también deviene el motivo por el cual se identifican a los piratas como asiduos buscadores de comino, pimientas y otras especies.

La ausencia de comida, desencadenaba el hambre de los navegantes los cuales se encargaban de remediar el efecto causado por esta con el consumo de rones, tequilas y otras bebidas fuertes, el agua escaseaba debido a que el hecho de almacenarla por mucho tiempo ocasionaba el degrado de los toneles producto a la humedad de ahí que se debía buscar una solución para tener agua y ron, sin que ocuparan mucho espacio y permitieran disminuir la sed y alimentar el espíritu aventurero a la vez.

Es así que surge el Grog, una bebida suave cuyo nombre se lo debe al almirante Edward – Old Grog – Vernon, quien lo creara.

Para la elaboración de esta bebida se dice que utilizaban ron, agua caliente, jugo de limón, azúcar y especias.

Los ingredientes que son utilizados son semejantes a los que se necesitan para la elaboración del mojito cubano, es por eso que en varias ocasiones investigadores e historiadores encuentren en esta bebida el antecedente del mojito cubano.

Muchas son las historias de piratas que giran entorno a la comida y sus métodos de supervivencia, las costas cubanas guardan con mucho arraigo gran parte las recetas heredadas y de los métodos de conservación de los alimentos.

A pesar de los medios de comunicación no lleguen a estos lugares aún queda mucho por investigar de estos lugares marcados por el sonido de las olas del mar, el salitre y las historias del pasado.

Historias que hoy aun prevalecen en el tiempo para contarnos de aquellas hazañas en alta mar y de los diferentes combates y tesoros encontrados y escondidos.