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Los Tesoros ocultos de la isla de Cuba, Naufragios y Piratas

Sobre fastuosas tempestades navegaban los galones con bodegas repletas de oro, tesoros y otras riquezas que inyectaban a una isla de misticismos y sueños. 



Cuba era el lugar donde la Flota de Indias hacía la última parada antes de dar el salto transoceánico en dirección a España.

Los mares en más de una ocasión se adueñaron de cañones, barriles, Tesoros, arcones, ánforas y metales preciosos como si realmente le pertenecieran al océano.

La gran mayoría de los hundimientos se remontan a la época colonial, cuando los barcos viajaban desde Europa hacia la Isla cargados con reliquias y piezas de gran valor.

Estudios revelan que existen más de tres millones de botines en el fondo de las aguas, y una parte de ellos se encuentra diseminada en el continente americano.

Tesoros de Cuba
Tesoros de Cuba. FOTO: static.t13

Una de las razones del alto número de naufragios en costas cubanas radica en que La Habana era el último punto del tornaviaje de la Flota de Tierra Firme y la de Nueva España.

Los vientos huracanados, las imponentes corrientes y tempestades tropicales, unido todo esto a los ataques de piratas y corsarios, amenazaban el tránsito de las naves del poderoso imperio español.

Fue una noche de tormenta cuando la nao Santa María de San Vicente se hundió frente a las costas de La Habana, en el cabo de San Antonio. Era 28 de octubre de 1592.

Pero, La Santa María de San Vicente sería solo una de las tantas naves que quedarían silenciada en el fondo del mar, muy cerca de Cuba.

Nuestra Señora del Juncal, insignia de la flota Nueva España, perdió el rumbo el 14 de octubre de 1631 en una trayectoria hacia Cádiz, España, con escala en La Habana, debido a la acción de una tormenta.

Se presume que el naviero cargaba con maderas preciosas, sedas, cerámicas orientales y especias; también oro, plata y esmeraldas, y que hoy todavía descansa en el mar territorial cubano. 

Los mares en más de una ocasión se adueñaron de cañones, barriles, arcones, ánforas y metales preciosos como si realmente le pertenecieran al océano. FUENTE: especiales.com

Por otra parte, El galeón «Santísima Trinidad», propiedad de la Corona española, naufragó en el año 1711 cuando se encontraba a tan sólo 24 kilómetros al oeste de la costa de La Habana.

Cuentan que su bodega guardaba un botín compuesto por oro en barra, lingotes de plata y monedas, valuado todo en 400 millones de dólares.

Asimismo, con los naufragios vinieron aparejados los primeros cazatesoros, audaces buzos que inventaban cualquier tipo de implemento contar de conseguir algo del botín ahogado.

Se cuenta que en ocasiones los buzos podían quedarse con una parte de lo que rescataran.

Entre estos buzos cazatesoros, sobresale un tal Francisco Soler, quien en 1573 obtuvo una licencia para trabajar en exclusiva y por diez años con un artefacto fabricado por él para extraer tesoros del fondo del mar y quedarse con lo que encontrara.

Los tesoros de Cuba. FUENTE: Revista Bohemia

Escrito por | Redacción TodoCuba

Fuente: Archivo TodoCuba

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