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Matías Pérez: el cubano que viajó sin retorno.

Al ascender en un globo aerostático desde el Campo de Marte (Actual Parque Central), en La Habana, en junio de 1856 para un viaje sin retorno, Matías Pérez legó a los cubanos no solo una leyenda, si no también un ejemplo de intrepidez por conquistar lo inexplorado.



Como sucede con muchos acontecimientos de la vida, el vuelo de Matías Pérez ha pasado a la historia condensado en una frase que sirve para referirse a los que parten y no vuelven nunca más: “Voló como Matías Pérez”.

Y es que el notable portugués se elevó en su globo, escogiendo para la ascensión el Campo de Marte, plaza emblemática y lugar concurrido que tomó su nombre del dios de la guerra en la mitología romana. Esta plaza construida donde hoy radica el Parque de la Fraternidad Americana en el centro de la capital, fue el lugar seleccionado para ejercicios militares y devino al mismo tiempo sitio de recreación.

En la Isla existieron antes que Matías Pérez hombres que se lanzaron a la aventura en un globo después que éste fue conocido en el territorio en 1796. Uno de ellos fue el francés M. Robertson. También hubo experiencias posteriores como la de una mujer llamada Virginia Marotte que cayó sin grandes contratiempos en terrenos cercanos a la capital y la del criollo Domingo Blinó.

Matías Pérez, toldista de oficio, también construyó su globo y realizó una primera ascensión breve pero exitosa. Días después probó suerte nuevamente en su globo Villa de París, pero esta vez no regresó. Se narra que se efectuaron búsquedas constantes sin que apareciera rastro del aparato ni de su ocupante. Además del conocido y popular refrán, su intento ha quedado para la historia como prueba de la osadía de los seres humanos en el dominio

Escrito por | Redacción TodoCuba

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