Los indios cubanos conquistan a los españoles 500 años después en una aldea taina inventada en Cuba

martes, 13 de noviembre de 2018

Quinientos años después de producirse la conquista de la Isla los indios cubanos han comenzado a conquistar a los europeos a través de una atracción turística del norte oriental.

En las estribaciones del nordeste del cerro de Yaguajay, a unos ocho kilómetros de la playa de Guardalavaca, centro turístico de reconocido prestigio internacional y casi en el mismo lugar donde hace más de cinco siglos se encontraba uno de los asentimiento aborígenes más importantes, se levanta la Aldea Taína.

Según los promotores el lugar es una imitación casi perfecta de un sitio que habitaron los aruacos agricultores en el siglo XVI en Cuba, y donde se refleja con la mayor fidelidad posible las condiciones de vida, costumbres y cultura de los primitivos habitantes del país antillano.

El trabajo sobre piedras en miniatura de características excepcionales, a lo que debe agregarse la orfebrería, la elaboración de alimentos, la confección de las artes de pesca y de los instrumentos de caza, hacen de la aldea un centro de desarrollo para los primeros habitantes de la isla.

Aquí se elaboraba además el pan de yuca, que los indios llamaban casabe, y que constituía base fundamental de su alimentación conjuntamente con el pescado, las aves y demás animales que incorporaban a su dieta diaria, con abundantes frutas que le brindaba la naturaleza de forma silvestre.

La Aldea Taína está recreada a tamaño natural con figuras humanas de estos habitantes, lo cual le posibilita ser parte activa de las costumbres, creencias y formas de vida de los primeros pobladores del verde Caimán Antillano.

Siete instalaciones pueden recorrerse, donde se narra pormenorizadamente cada detalle, convirtiéndose en un espectáculo exclusivo y disfrutar, además, de espectaculares paisajes dominados desde lo alto de una colina que sirve de mirador natural.

Lugareños ataviados como taínos tratan de recrear ante el visitante, de forma interactiva, cómo eran los bailes, juegos y rituales de curación de los primitivos habitantes de Cuba. Experiencia que, como atractivo turístico puede resultar emocionantísima pero que carece de cualquier rigor histórico, pues al día de hoy casi no existen referencias sobre estas manifestaciones culturales y es literalmente imposible recrearlas… Sin embargo, money is money y lo que no se sabe, no importa, se inventa.