fbpx

Lo insólito de Cuba!!! Rosafé Signet, el toro semental que trajo Fidel Castro a Cuba para experimentos genéticos y terminó con una estatua de bronce en su honor

A inicios de la década de los años 70, Fidel Castro implementó a nivel nacional, un plan agropecuario que tenía como principal objetivo la inseminación masiva de vacas cubanas, pero para lograr buenas crías era necesario encontrar el semental perfecto.



Luego de una exhaustiva búsqueda por todo el mundo llegó a Cuba Rosafé Signet, un robusto semental de raza Holstein que provenía de Canadá. Este toro fue ganador de disímiles concursos y se convirtió en el ejemplar que utilizarían para realizar los experimentos genéticos con importantes avances, llegando a ser el padre de la famosa Ubre Blanca.

Rosafé fue ubicado en un establo climatizado en las afueras de La Habana. Este se encontraba rodeado de tres hectáreas de pastos para la alimentación del animal. Le ponía música indirecta y tenía una alimentación especial. Tenía un grupo de veterinarios, vaqueros y hasta soldados que se encargaban de su bienestar.

“Tenemos uno de los mejores toros actualmente. El año pasado produjo 22.000 dosis para inseminar, 22.000 pastillas de semen congelado. Eso quiere decir que se pueden inseminar más de 20.000 vacas con la producción de un solo toro. Desde luego, este toro también se puso en aire acondicionado”, dijo Fidel  en el acto celebrado un año después de llegar el toro a Cuba.

Fabricio Gómez Campillo fue un artemiseño al que le dieron la tarea de proporcionar al toro el placer necesario para lograr la obtención del esperma. Además se encargaba de alimentarlo y cuidarlo. Este hombre fue trasladado junto a toda su familia a vivir en las cercanías de la finca que se encontraba en el Centro Nacional de Biogenética donde vivía Rosafé.

Con el paso de los años fueron cruzados indiscriminadamente los descendientes de Rosafé, logrando con esto que mermara la calidad genética del ganado cubano y debido a esto la cifra de terneros nacionales, que ya de por sí estaba reducida.

A Rosafé le sobrevino un paro cardíaco en medio de una fuerte fatiga muscular durante . Tardaron tres días en decírselo al Comandante. Lo hicieron finalmente a través de su hermano Ramón Castro, que le dulcificó la noticia todo lo que pudo. Se cuenta que Fidel lloró la muerte del noble animal, como si hubiera sido la propia Lina Ruz.

Carey Linde fue un abogado canadiense que pagó para que realizaran una estatua de bronce del ejemplar y más tarde la donaría a Cuba. Cuando devaló la estatua dijo unas emotivas palabras con las cuales recordó que Rosafé fue el padre del ganado vacuno en Cuba.

Aún en la actualidad es utilizado el semen que fuera extraído a Roafé para más tarde congelarlo y así es que hoy todavía nacen hijos de este hermoso animal.

Un abogado canadiense llamado Carey Linde gastó $100.000 en su estatua de bronce de Rosafé Signet para donarla a Cuba

Hay leyendas urbanas cuentan que Rosafé Signet fue sometido a tantas masturbaciones, que murió eyaculando. Dicen también que al enterarse, Fidel arremetió con furia contra el equipo de especialistas que estaba a cargo de su cuidado, y el jefe de los veterinarios fue relevado de su cargo y enviado de castigo a ejercer su profesión en una lejana pedanía oriental. Sea realidad o leyenda, Rosafé ya está en el panteón de las vacas patrias, junto a Rufina la heroína de la era espacial, y a su propia hija, Ubre Blanca.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba