La primera Fuerza… el caso que prueba que la chapucería, el robo y el relajo en Cuba son más viejos que el Morro

sábado, 8 de septiembre de 2018

La primera fortaleza que existió en Cuba, La Fuerza, prueba que la chapucería, el relajo y el robo en las obras de la construcción son más viejos que el Morro (nunca mejor dicho).

Cuentan que en 1565 cuando se bajó del barco el nuevo gobernador de la Isla Don García Osorio lo primero que hizo fue pedir que lo levaran a inspeccionar las defensas de la ciudad que en la práctica se reducían al castillejo de La Fuerza, construido sin mucha prisa luego de que Jacques de Sores destruyera en que existía antes en el lugar.

El berrinche que montó el gobernador cuando le enseñaron la fortaleza (en la que además debía vivir) fue colosal ante el estado de abandono en que se encontraba. Lo menos que le dijo al infeliz Cabildo García Osorio que mejor emplearan el lugar para criar puercos porque esos muros iban a caerse en cuanto el primer pirata francés les estornudara encima.

No era para menos. Si se da por cierto lo expresado por García Osorio al rey en la extensa carta que le escribió al rey dándole las quejas, La Fuerza no tenía cimientos y los muros se habían rajado de arriba abajo producto de la chapucería de los constructores y la mala calidad de los materiales empleados, a pesar de que el gobierno español había destinado recursos más que suficientes desde México para construir una fortaleza como Dios mandaba.

Terminaba García Osorio, como todos los políticos, echándole la culpa a su predecesor de haberse robado los fondos y solicitándole más dinero al monarca para arreglar aquel adefesio, porque de lo contrario La Habana se perdía definitivamente ante la primera fuerza que desembarcase en sus inmediaciones, si antes no se moría de risa al ver los asquerosos muros que los españoles habían levantando en la antesala de su imperio para defenderlo.