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La Poza Negra, el lago al que nadie se atreve a acercarse en Las Tunas por estar habitado por fantasmas de esclavos asesinados por los españoles

En la actual provincia oriental de Las Tunas existe un municipio llamado Jobabo. En este lugar cuatro esclavos fueron los protagonistas de la primera sublevación en toda la América. Su rebelión fue mediante la lentitud en el trabajo y esto fue conocido como «el paso de la jicotea».



A esta forma de sublevarse le respondieron los españoles de forma muy cruel, para que sirviera como escarmiento a los demás esclavos de toda la región y supieran que estas acciones tendrían consecuencias drásticas tomaron como prisioneros a los cuatro líderes del hecho y luego de decapitarlos exhibieron sus cabezas en la plaza pública de la que antaño fuera una ciudad de la Villa de San Salvador de Bayamo.

Esta historia de la primera acción de rebeldía por parte de esclavos trascendió por los años hasta nuestro tiempo, guardada en los que recuerdos de aquellos que la reprodujeron y escucharon por los años de los años, además, fue conocida también debido a los estudios de los importantes historiadores Philip S. Foner, José Luciano Franco y Felipe de Jesús Pérez Cruz.

Las ideas sobre revelarse ya estaba naciendo en la región y sería contemplada como una opción en las minas de oro luego del acto heroico del Cacique Hatuey al decir que no quería ir al mismo cielo al que irían los españoles, momentos antes de que fuese quemado por haber enseñado a los indios a luchar contra los españoles y además por el Cacique taíno Guamá, quien azotara a los conquistadores durante más de diez años, y moriría en 1533 para no dejar que lo atraparan vivo.

Los estudios realizados por especialistas e investigadores pudieron constatar que realmente existió dicha mina de oro, la cual se encontraba en un mapa de la época en el poblado que fuera llamado La Cobilla desde los primeros años de la colonización española en América.

En 1512 Diego Velázquez ordenó a Pánfilo Narvaes que explotara la isla y efectivamente este encontró oro en Bayamo, Guáimaro, Jobabo, Camagüey, según pruebas existentes. La mina de donde procedían estos esclavos rebeldes fue llamada La Vitalina y ha sido este lugar motivo para especulaciones y todo tipo de escalofriantes historias pueblerinas.

Dicen que existe una charca llamada Poza Negra, debido a la oscuridad de sus aguas por la profundidad, que se encuentra cerca del área de la antigua mina. Muchos piensan que en este sitio fue donde se cometió el asesinato de los esclavos que se revelaran y de lo profundo de la charca, a veces, emanaba una luz en las noches y junto a esto eran escuchados los lamentos y el sonar de las cadenas de aquellos negros que perdieron su vida. A la mañana siguiente toda estaba normal. Hay algunos habitantes de los alrededores que juran haber visto y escuchado lo mismo en las aguas de un río que hay en los alrededores.

Esta es una de esas historias que ha sido contada de abuelos a nietos y así sucesivamente hasta llegar a nuestros tiempos. Los mitos del lugar son enriquecidos con esta historia y existe tal creencia en ella que algunas personas que durante las noches no son capaces de andar por el lugar.

La mina podía ser vista dentro de las hierbas. Estaba bajo gran peligro de derrumbe y se encontraba apuntalada. Muchos esperan que con el proyecto La ruta del esclavo, que es propiciado por la UNESCO, sea uno de los lugares recatados debido a su alto valor histórico y cultural.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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