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La leyenda de Marilope, la doncella mestiza que se convirtió en flor

Cuenta una antigua leyenda cubana que el lugar que hoy se conoce como Punta Gorda, en la ciudad de Cienfuegos, vivía en 1528, casi al comienzo de la colonización un español de apellido Lope o López que se unió en matrimonio con una de las indias del cacicazgo de Jagua, con la que tuvo una hermosa niña a la que puso Mari y que por el apellido del padre todos llamaron Marilope.



La niña mestiza heredó los rasgos europeos del padre y el color acobrado de los aborígenes cubanos, así como la bondad de estos.

Marilope amaba los animales y las flores y cantaba y narraba historias como nadie. Como era hermosa como ninguna le llovían los pretendientes, tanto indios como cristianos; pero la devota muchacha no daba oídos a las insinuaciones de nadie.

Uno de los que se enamoró perdidamente de Marilope fue un pirata inglés de apellido Jane que acostumbraba a carenar su navío en la bahía de Jagua. Jane, que era cruel y despiadado, rudo y con una cicatriz enorme en la cara fue rechazado por la joven que le gritó: “!Sólo pertenezco a Dios!”.

No era Jane hombre acostumbrado a aceptar un no por respuesta y le prometió sedas, joyas y riquezas de todo tipo. Pero nada hizo cambiar de actitud a Marilope.

El pirata se propuso poseerla por la fuerza y se abalanzó sobre ella, imponiendo su fuerza bruta. La muchacha forcejeó con el bandido y logró liberarse. Intentó llegar a su bohío para encontrar refugió pero los hombres del pirata se lo impidieron.

Fue entonces, asegura la leyenda que justo cuando Jane estaba a punto de alcanzarla se alzó entre los dos una muralla de espinas. Él sacó su pistola y disparó y al caer Marilope se vio volar a una paloma blanca.

Casi de in mediato un rayo fulminó al pirata y dejó inconscientes a sus seguidores, quienes, al despertar observaron el cuerpo de Jane en llamas y en lugar en el que había caído la joven una hermosa planta de flores amarillas que desde entonces llamaron Marilope y se convirtió en el símbolo de Ceinfuegos.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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