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La historia “de película” de Bill Gaede, el argentino que fue espía de la CIA y de Fidel Castro

Con la historia de Guillermo “Bill” Gaede se pudiera hacer una buena película de espionaje. Este argentino trabajó para la CIA y para el gobierno de Fidel Castro, se le conocen al menos seis nombres falsos y hasta un documental le dedicaron. Lo más curioso es que nunca fue reclutado por ninguna agencia de espionaje. Fue espía por afición y protagonista de uno de los casos más curiosos de la Guerra Fría.



Gaede nació en Lanús, al sur de Buenos Aires el 19 de noviembre de 1952. A la edad de siete años su familia se fue a vivir a los Estados Unidos donde permaneció hasta la adolescencia de Bill. De regreso en Argentina, se graduó, comenzó a trabajar y se casó en 1976, una semana antes del golpe militar.

Como Gaede era militante del Partido Comunista y su vida corría peligro abandonó el país. Cuba le negó la visa de residente por lo que ingresó en los Estados Unidos como turista. Allí permanecería por 30 años.

El inglés fluido que había aprendido de niño en ese país y sus rasgos físicos, les favorecieron para poder terminar su formación como ingeniero en comunicaciones y obtener un empleo en AMD (Advanced Micro Devices), donde pronto destacó y avanzar en la empresa.

En 1983, sin que ninguna agencia de inteligencia del bloque comunista hubiese hecho contacto con él, voló a Argentina, se presentó en la embajada de Cuba y les ofreció a sus funcionarios las filmaciones que había hecho del proceso de elaboración de los microprocesadores de AMD. Los cubanos captaron inmediatamente la importancia de que trabajara para ellos y lo convirtieron en su espía, al mismo tiempo que hacían llegar la información sobre los micros de AMD a la Unión Soviética.

Este argentino trabajó para la CIA y para el gobierno de Fidel Castro, se le conocen al menos seis nombres falsos y hasta un documental le dedicaron

Sin embargo, según su testimonio, la pobreza que observó en Cuba en uno de los viajes que realizó a La Habana le desencantó del comunismo cubano.

Contactó entonces con la CIA y el FBI y les confesó que había pasado secretos empresariales a los enemigos de los Estados Unidos. Lejos de encarcelarlo y botar la llave, las agencias inteligencias estadounidenses los pusieron a trabajar bajo sus órdenes. Para protegerse de sus “nuevos amigos” grabó con una cámara secreta y un micrófono todas las conversaciones que sostuvo con ellos.

Al ser detenido accidentalmente cuando trataba de poner a buen recaudo este material, fue sorprendido por la policía. Su caso levantó un enorme escándalo en los Estados Unidos; sin embargo no le pudieron aplicar la ley de espionaje, pues la información que había vendido era empresarial y no estatal. Sólo estuvo preso 33 meses y luego fue deportado. Para evitar que algo así volviera a suceder en el futuro, tras el caso de Bill Gaede, Estados Unido modificó la ley.

En la actualidad Bill Gaede reside en Frankfurt, Alemania. De vez en cuando viaja a Argentina para encontrarse con los amigos y compartir un asado y unas copas de vino… Ni cubanos, ni estadounidenses quieren saber nada de él.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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