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La desconocida historia del cubano que murió como un héroe en la Guerra de Corea

El 25 de junio de 1950, sin previa declaración de guerra, las fuerzas de Corea del Norte violaron la línea de demarcación que corría a través del paralelo 38 e invadieron el sur. Había comenzado la Guerra de Corea, uno de los conflictos más sangrientos de la Guerra Fría, que se saldó con un “empate” y casi dos millones de muertos y desaparecidos.



Estados Unidos, con el apoyo de las Naciones Unidas armó una coalición internacional y se lanzó a defender el sur agredido por los norcoreanos. Aunque todos los países de América apoyaron la decisión de Washington, el único que envió un contingente militar fue Colombia.

Sin embargo, otros latinoamericanos que pertenecían al ejército de Estados Unidos o se enrolaron como voluntarios participaron en el conflicto; entre ellos el cubano, Isaac Bondar y Kravetz.

El cabo Isaac Bondar participó en la Guerra de Corea como parte del ejército de Estados Unidos y murió en el frente de batalla.

Su cadáver fue repatriado a Estados Unidos, desde donde las fuerzas armadas de ese país lo enviaron a La Habana. Su féretro, cubierto con las banderas Cuba y Estados Unidos llegó al puerto de la capital cubana el 28 de mayo de 1952, donde fue recibido por fuerzas del ejército cubano que le rindieron honores militares.

Descendiente de judíos establecidos en Cuba, Isaac Bondar fue inhumado en el panteón que su familia poseía en el Cementerio Hebreo de Guanabacoa.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 su nombre fue olvidado por completo, pues el Gobierno cubano, que rápidamente se deslizó a la izquierda, estableció las más íntimas relaciones con Corea del Norte, por lo que la figura de Isaac Bondar y Kravetz se volvió de inmediato políticamente incorrecta.

Hoy, son muy pocos los cubanos que conocen el nombre de este paisano suyo que murió en una tierra lejana peleando bajo la bandera americana.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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