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La desconocida historia de la Legión Cubana que ayudó al aventurero norteamericano William Walker a esclavizar Nicaragua

“Walker fue a Nicaragua por los Estados Unidos” escribió José Martí en uno de sus más célebres ensayos en los que critica el anexionismo. Lo que no dijo el Apóstol de la independencia de Cuba (y 100 % que lo sabía) que para la conquista y esclavización de Nicaragua, el filibustero norteamericano contó con la ayuda de una Legión Cubana que acabó con la quinta y con los mangos en Centroamérica.



William Walker fue un loco peligroso. Tan loco y tan peligroso que el Gobierno de los Estados Unidos no movió un dedo en su defensa cuando las tropas hondureñas lo llevaron ante el paredón y lo fusilaron. No era para menos, pues los planes del aventurero eran segregar todo el sur de la Unión y conformar junto con México, Centroamérica y las islas españoles del Caribe un gran Estado federal que salvaguardara la esclavitud.

Precisamente esa idea de arrebatarle Cuba a España fue la que convenció a algunos cubanos emigrados en Estados Unidos, que habían secundado los intentos anexionistas de Narciso López a seguirle en su aventura centroamericana y formar una Legión que le ayudara en la conquista.

Pocos conocen, porque la historiografía lo ha ocultado convenientemente que esta Legión Cubana estuvo organizada y dirigida por Domingo Goicuría, el patriota habanero que años después, durante la Guerra del 68 en Cuba, muriera ejecutado por los españoles en garrote vil en el Castillo del Príncipe por pretender la libertad de su patria.

Por esas ironías y contradicciones del destino de los hombres, a Goicuría, que se le honra como un mártir en Cuba, se le recuerda como un verdugo en Nicaragua.

No es para menos porque la Legión Cubana que llevó a Centroamérica en apoyo de William Walker no se anduvo con muchas cortesías. Después de su victoria en la batalla de Juigalpa, que puso fin a la revuelta de los indios chontales contra Walker, Domingo Goicuría ordenó pasar por las armas hasta el último de los hombres del pueblo.

Goicuría llamó a su expedición “de Pacificación”; y lo fue, porque impuso en Nicaragua la paz de los cementerios.

Poco después Walker y Gociuría rompieron sus relaciones y el habanero se reembarcó hacia Nueva Orleans. Detrás dejaba parte de su Legión Cubana bajo las órdenes del filibustero estadounidense.

Uno de ellos, el habanero Francisco Alejandro Lainé fue uno de los hombres de más confianza de Walker y se mantuvo a su lado casi hasta el fin de su aventura. El día que cayó prisionero del general guatemalteco Víctor Zavala este le preguntó: “¿Habla usted español?”, “Perfectamente, señor”, le contestó el cubano… A lo que reaccionó indignado el militar centroamericano que le gritó a sus hombres:

“!Pues entonces, que lo amarren a un árbol y lo fusilen por la espalda! !Su traición es doble!”.

 

 

Escrito por | Redacción TodoCuba

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