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La desconocida historia de la casa de Napoleón Bonaparte en La Habana (+ Video)

En la intersección de las calles Ronda y San Miguel en el vedado habanero se encuentra la Dolce Dimora, un regio palacete que perteneciera al italiano Orestes Ferrara y en el que se atesora una de las más grandes colecciones napoleónicas del mundo. Misma que perteneciera al hombre más rico de Cuba, Julio Lobo Olovarría, quien la dejó atrás al abandonar el país en la década de 1960.



La Dolce Dimora se construyó entre los años 1926 y 1929 por órdenes de Ferrara, uno de los hombres de más confianza del presidente Gerardo Machado. El italiano había combatido durante la Guerra del 95 en las filas del Ejército Libertador en las que se destacó por su heroísmo y disposición para cumplir las más difíciles misiones. Con las buenas relaciones que hizo en la guerra y gracias a su capacidad hizo rápidamente carrera política en la República, adquiriendo en el camino una considerable fortuna.

Ferrara era un hombre refinado e hizo construir el palacete de Ronda y San Miguel con todos los lujos. El edificio de cuatro pisos (notablemente alto para la época) tenía dispuesto cada nivel para una función específica. Pero Ferrara nunca llegó a vivirlo. Al producirse la huida del presidente Gerardo Machado, derrocado por la insurrección popular y traicionado por el ejército, el italiano, que era uno de sus fieles tuvo que poner también pies en polvorosa y apenas escapó en un hidroavión desde la rada habanera en medio de una lluvia de balas.

El pueblo habanero se lanzó a saquear su recién estrenada mansión y produjo tantos daños que en muchos años no sirvió para más nada.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959, el inmueble fue confiscado por el gobierno de la Isla y entregado Natalia Bolívar, subdirectora del Museo Nacional de Bellas Artes, quien gestionó tras la salida del país de Julio Lobo que su enorme colección napoleónica fuera trasladada allí.

Esta decisión salvó a la colección de Lobo de ser fraccionada y de que muchas piezas y documentos se perdieran, como sucedió con la inmensa mayoría de las colecciones privadas que fueron confiscadas por el gobierno de Fidel Castro.

En la actualidad el Museo Napoleónico de Cuba, situado en la Dolce Dimora de Orestes Ferrara es el único de su tipo en América Latina y el que atesora la más grande colección de objetos napoleónicos que existe fuera de Francia.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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