Descubre las historias y misterios que se esconden en los angostos callejones de Camagüey

jueves, 19 de julio de 2018

En Camagüey, al ser una de las ciudades más antiguas de Cuba, abundan los callejones. Como las casas de tabla y guano se multiplicaron en los primeros años sin orden ni concierto la urbe siguió su propia dinámica para alcanzar las aguadas, los pastos y las plazas. Así surgieron los estrechos pasos para facilitar la circulación entre calles, comunicar las viviendas y deslindar terrenos privados, hoy convertidos en callejones que singularizan la villa de Puerto Príncipe.

Estas callejuelas, utilizadas para acortar caminos entre las calles principales, forman hoy parte vital del entramado urbano de la ciudad de Camagüey y son tan antiguas como la ciudad misma.

Aunque todos los callejones tienen su importancia y su historia, algunos destacan dentro del conjunto como el Goyo Benítez, el del Cañón o el de la Merced.

El del Cañón, por ejemplo, debe su nombre por ser un paso que por muchísimos años estuvo defendido por un enorme cañón de hierro que nunca llegó a disparar; el de la Academia porque allí funcionó antaño una academia de baile; el de la Miseria (actual Tula Oms) por su corta extensión de apenas 10 metros; y el de Gloria (que hoy se llama Industria) porque era donde se encontraban los prostíbulos más famoso de la ciudad.

Un callejón con una historia es el del Pollo (hoy calle Madame Curie) pues durante la crisis política de los años 30 las fuerzas del Gobierno cometieron allí varios asesinatos. Muy cerca se encuentra el callejón de Santa Bárbara, en el que se encuentra un puente de ladrillos que cruza sobre el arroyo del mismo nombre.

Pero si un callejón es curiosamente singular es el del Cura – que une las calles 20 de Mayo y Plácido – esta callejuela es la más estrecha de la ciudad, pues apenas tiene un metro y medio de ancho. Otro muy antiguo (y quizás el más popular de Camagüey) es el de la Poza del Mate (que se conoce también como de Funda del Catre, cuyo nombre oficial es Ramón Ponte.