fbpx

Curiosas historias de curas cubanos que fueron asesinados utilizando arsénico

En Valencia, alrededor del año 1400, nació un pequeño al que llamarían Rodrigo Borgia y el cual, como Alejandro VI, sería el Papa que trascendiera en la historia por su vida tan escandalosa. Diseñaba las rutas de las procesiones de forma tal que tuviesen que pasar por delante de las casas de las mujeres más bellas.



Este Papa tuvo dos hijos, Lucrecia y César, los cuales igual a su padre serían muy escandalosos y sin escrúpulos de ningún tipo. Eran capaces de asesinar hasta a miembros de su familia sin que les importara en lo más mínimo y no sentían ni una gota de remordimiento.

En la historia ellos han sido conocidos como los que inventaron el acqua toffana, que fue un veneno en el cual el ingrediente principal era el arsénico. Hay personas que piensan que en nuestro país pudieron haber vivido personas que fueran parientes de los Borgia.

Francisco Carreño era un hombre de principios y de moral. Este toma el mandato de Cuba en el año 1577 y pronto descubre varias irregularidades en las cuentas de los fondos que habían sido cedidos para la construcción de la Zanja Real, obra dirigida por Francisco Calona.

Cuenta la historia que a modo de simpatizar y socializar Calona invita a Carreño para las celebraciones del Santo común. Dicen que la esposa del anfitrión horneó un pastel exquisito, al que agregó para su preparación media libra de arsénico y luego comenzaron a decir que a Carreño, lo ayudaron a morir.

Otra historia cubana relacionada con el veneno hace más de tres siglos y medios se cuenta que el obispo Juan Montiel, hombre moralista y recatado, estaba muy enojado porque la congregación de La Habana estaba ofreciendo un mal ejemplo moral y de sus faltas conocían todos los habitantes habaneros, además de estar en boca y ser la comidilla de todos. Fue entonces cuando el Obispo Montiel se decide a tomar providencias para solucionar el asunto y parar todo ese relajo. Casualmente es invitado a una cena, en la cual junto a la deliciosa comida, se había tragado una gran cantidad de arsénico.

Este caso no fue el único en la historia ya que al obispo Diez Vara, veinte años más tarde, le dieron a robar de la misma medicina.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba