Antonio Núñez Jiménez, el Jacques Cousteau cubano que fue capitán rebelde y amigo de Fidel Castro

lunes, 9 de julio de 2018

Antonio Núñez Jiménez fue uno de esos hombres aventureros de los que pocos nacen en un siglo. Fue espeleólogo, navegante, capitán guerrillero y amigo personal de Fidel Castro y Che Guevara.

Nació en 1923 y desde niño se interesó por la Geografía por lo que comenzó a alquilar las cuevas cercanas a su natal Alquízar en la provincia de La Habana. Así despertó la que sería la gran pasión de su vida: la Espeleología. Tan notables fueron sus aportes al estudio de esta ciencia en Cuba que con el paso de los años se le llegó a conocer como el “cuarto descubridor de Cuba” (poniéndolo a la altura de Cristóbal Colón y los sabios Alejandro de Humboldt y Fernando Ortiz).

En 1940 fundó la Sociedad Espeleológica de Cuba desde la cual organizó un gran número de expediciones por toda Cuba. De ellas se derivaron un sinfín de descubrimientos científicos, entre ellos la mayor cueva de la Isla: la Gran Taberna de Santo Tomás en la Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Durante la guerra insurreccional encabezada por Fidel Castro contra el Gobierno de Fulgencio Batista, Núñez Jiménez se unió a los guerrilleros y combatió bajo las órdenes del Che Guevara en la batalla de Santa Clara.

Al triunfar la Revolución Cubana de 1959 ostentaba los grados de capitán del Ejército Rebelde. El nuevo Gobierno cubano lo nombro director ejecutivo del Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA), un todopoderoso organismo gubernamental que llegó a controlar enormes extensiones de tierra e industrias de todo tipo.

Sin abandonar la política – ostentó múltiples cargos y cumplió misiones de todo tipo para el Gobierno de Cuba – Núñez Jiménez se convirtió en el primer cubano en visitar la Antártida y el Polo Norte, al que viajó en dos ocasiones invitado por los soviéticos.

Entre las múltiples expediciones en la que participó, la más recordada es la llamada «En Canoa del Amazonas al Caribe», que en 1987 – 1988 recorrió 20 países desde la cuenca del río Napo hasta las Antillas Mayores.

En sus últimos años se desempeñó como viceministro de cultura y en 1994 fundó la Fundación de la Naturaleza y el Hombre para que resguardara sus archivos. Falleció en La Habana el 13 de septiembre de 1998 a la edad de 75 años.