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Federico Fernández Cavada, el pavoroso “General Candela” que aterrorizó a los españoles con la tea incendiaria

Si la vida de un combatiente mambí merecería ser llevada al cine es la de Federico Fernández Cavada, el “General Candela” quien peleó en la Guerra de Secesión de los Estados Unidos, en la que alcanzó el grado de coronel en las fuerzas unionistas y luego en la contienda del 68 en Cuba, en la que fue uno de los principales organizadores del alzamiento en la zona de Trinidad y pionero de la terrible tea incendiaria.



Nombrado jefe de la División de las Villas con el grado de mayor general, en julio de 1869 emitió un bando en el que llamaba a quemar todas las propiedades de los cubanos y españoles que no se habían incorporado a la insurrección. La aplicación consecuente de esta política sin hacer distinciones le ganó el apodo de “General Candela” y provocó el pánico entre los hacendados cubanos y los comerciantes españoles que temían a la pérdida de sus riquezas más que a la muerte.

Federico Fernández Cavada

Gran estratega militar protagonizó en 1870 el primer intento de invadir Occidente, convencido de que si no se destruía la base económica de la Isla la insurrección en Cuba estaba destinada a extinguirse irremediablemente. Sin embargo, el regionalismo de las fuerzas camagüeyanas y villareñas que estaban bajo su mando le impidió – como le sucedería después a Máximo Gómez – llevar adelante sus propósitos.

En 1871 el Gobierno de la República en Armas lo comisionó para que viajara a Estados Unidos, donde gozaba de mucho prestigio y relaciones, a conseguir armas y pertrechos. Con ese objetivo se dirigió a la cayería norte de Camagüey para abordar una embarcación y salir del país. Allí fue sorprendido en medio de un fuerte ataque febril y una crisis de asma por la dotación de un cañonero español que lo hizo prisionero y lo condujo a Nuevitas, donde lo fusilaron diez días después.

La tea incendiaria

Fernández Cavada fue considerado uno de los estrategas militares cubanos más grandes de las guerras de independencia. No sólo fue pionero de la tea, y el primero en insistir en la necesidad de invadir Occidente; sino, que escribió manuales de instrucción militar para las tropas y desarrolló por primera vez en las fuerzas mambisas los servicios de espionaje.

Su pérdida fue un duro golpe para la causa libertadora, pues la división de Las Villas – salvo el breve período en que la mandó Máximo Gómez – no volvió a contar con un jefe de sus aptitudes.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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