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Esta es la historia del “Niño de la bota infortunada”, símbolo de Santa Clara

Ningún monumento representa a Santa Clara como el “Niño de la bota infortunada” o, simplemente, el “Niño de la bota”. La estatua acompaña a los habitantes de la central ciudad de Cuba desde 1925 cuando el coronel Francisco López Leyva la hizo importar desde Nueva York para que adornara el centro de la fuente que había diseñado en el Parque Leoncio Vidal.



López Leyva pagó alrededor de 750.00 dólares por la estatua de calamina que representa a un niño de corta edad en uniforme militar que sostiene en su mano una bota agujereada por la que brota el agua que alimenta la fuente.

La obra fue fabricada en serie en los Estados Unidos a partir de la original fabricado en Italia, por lo que dista de ser la única existente (aunque sí es, sin dudas, una de las más famosas) y recuerda a los niños que tocaban el tambor como parte de los regimientos del Norte durante la Guerra de Secesión Norteamericana. Estos infantes, una vez terminados los combates, acostumbraban a dar de beber a los soldados agua que llevaban al campo de batalla en sus calzados.

El original Niño de la Bota de Santa Clara fue sustituido en la década de 1970 por una copia realizada en bronce que se sumó a la veintena que se encuentran diseminados por el mundo.

A pesar de haber sido creada en Italia e inspirada en un acontecimiento de los Estados Unidos, el “Niño de la bota infortunada” se ha aplatanado y forma parte del acerbo cultural de la ciudad de Santa Clara, a la que representa como símbolo genuino.

A ella le han cantado los poetas locales y su imagen aparece en la “Medalla por la Colaboración Cultural con la Ciudad” que se entrega a las figuras destacadas que más han aportado al desarrollo cultural de Santa Clara.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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