La curiosa y contradictoria relación entre Fidel Castro y Franco (enemigos públicos y socios tras bambalinas)

lunes, 10 de septiembre de 2018

Desde que llegó al poder el 1ro de enero de 1959, Fidel no se cortó ni un poquito en hablar mal del régimen de Franco en España. En realidad la costumbre no era nueva, todos los gobiernos cubanos desde 1936 (con la excepción del último de Fulgencio Batista) lo habían hecho con entusiasmo. Formaba parte de la imagen democrática a proyectar y todos entendían eso, pero Fidel Castro se pasó.

Las relaciones con Madrid fueron malísimas desde el principio (incluso el embajador español fue expulsado del país tras enfrentarse a Fidel Castro frente a las cámaras de la televisión); pero, a pesar de eso, Francisco Franco no rompió nunca las relaciones diplomáticas ni comerciales con Cuba.

Con el paso de los años entre Franco y Castro, dos rivales irreconciliables desde el punto de vista ideológico, fue surgiendo un “respeto mutuo” y la retórica antifranquista, aunque no disminuyó en la Isla, no pasó de ser eso: retórica.

Por eso sorprendió, y no sorprendió, que al fallecer el “Caudillo” el Gobierno de La Habana enviara sus condolencias a Madrid y declarara tres días de duelo oficial en Cuba. Posición que contrastó tremendamente cuando, al fallecer Mao en China al año siguiente, el Gobierno de Cuba no derramó ni una lágrima.

Años después al ser entrevistado Fidel Castro por el periodista francés Ignacio Ramonet el entonces presidente cubano se sinceró sobre la opinión que le merecía Francisco Franco y la que la Revolución cubana – a su juicio – tenía para el dictador de España.

Según Fidel Francisco Franco vio en la “resistencia” de Cuba ante los Estados Unidos una especie de revancha histórica a la derrota sufrida por los españoles en la guerra de 1898 contra los americanos que les hizo perder sus últimas colonias americanas.

En 1992 durante su viaje a España en una entrevista al diario El País, Fidel Castro expresó que siempre había tenido en cuenta que a pesar de las presiones Franco nunca rompió relaciones con Cuba y que “el Gallego” siempre se había portado “bien” con la Isla.