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La curiosa historia de la campana mambí que «mató» de un balazo a un soldado español durante la Guerra de Independencia

En el municipio de Nueva Paz, en la provincia de Mayabeque, se conserva actualmente en el Museo Municipal, una Campana que es considerada como un soldado de las luchas de independencia ya que al rebotar en ella el tiro de un mambí terminó muerto un centinela español.



El hecho ocurrido con la campana forma parte de una serie de sucesos que llenaron de valor y esperanzas al pueblo de Cuba, y todos se encuentran vinculados a la Invasión a Occidente.

Los Generales Antonio Maceo y Máximo Gómez eran los que iban guiando a las columnas. El 1 de enero del año 1896 todos los hombres acamparon en lo que sería el primer campamento de la invasión, en los terrenos de Nueva Paz, perteneciente a la antigua provincia de La Habana.

Las columnas avanzaron el segundo día y marcharon por la parte sur de poblado tratando de reclutar más hombres para luchar por la causa. Ramiro Pérez Ortiz fue uno de estos reclutados. En ese momento contaba con 18 años de edad. Cuenta la historia que mientras seguían avanzando las descargas de fusilería no dejaban de caer encima de las tropas cubanas, provenientes de de la Iglesia parroquial que se encuentra en el centro del pueblo.

Ramiro tenía fama de buen riflero y al disparar contra la torre de más de 20 metros la bala rebotó en la campana de la parte sur, matando al centinela español.

Luego de que la iglesia fuera puesta a cumplir la misión de cuartel de las tropas españolas, la torre servía de atalaya para así vigilar de manera segura a los mambises.

Refieren los documentos existentes sobre el origen de esta pieza(custodiados en el Museo) que el año de la fundición de la Campana fue el 1859, realizada por un hombre llamado José Calbeto. La Campana tiene 0,75 metros de largo y 2,22 metros de ancho. Hecha de bronce puro. En la actualidad su estado de conservación es regular ya que mientras se efectuaba una celebración religiosa perdió parte del aro inferior debido a los golpes. Igualmente se quebró el área de la rajadura producto del impacto del proyectil. Debido a esto quedó en desuso y fue abandonada.

En el año 1985, el entonces párroco de la iglesia, Padre Fernando Rivero Hernández, la donó al Museo donde se encuentra en la actualidad para recordar su importancia histórica en las luchas por la independencia de Cuba.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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