10 datos y 10 fotografías curiosas, y casi desconocidas, de Fidel Castro y su afición por los Cohíbas (+ Galería de Fotos en Alta Calidad)

miércoles, 8 de agosto de 2018

Aunque los jefes de Estado han buscado y fumado cigarros cubanos a lo largo de los siglos, el líder revolucionario de la isla, Fidel Castro, está quizás más estrechamente relacionado con el codiciado humo. Después de tomar el poder en 1959 hasta que renunció a los cigarros 26 años después, rara vez fotografiaban a Castro sin un cigarro.

La historia que relaciona más estrechamente a Castro con el legado del cigarro cubano nos dice que la famosa marca Cohíba comenzó como un cigarro enrollado y producido específicamente para el líder del país.

Habanos SA dice que la fábrica de El Laguito era muy secreta cuando se estableció para producir la marca Cohíba en 1966. El secretismo era una preocupación debido a los esfuerzos de la CIA para asesinar al líder comunista a través de cigarros envenenados o en explosión.

Algunas versiones de la historia apuntan al tamaño Cohíba Esplendido de Churchill (7 pulgadas, 47 anillos) como el cigarro hecho para Castro. Pero le dijo a Cigar Aficionado que en realidad era la panetela más pequeña, las Coronas Especiales (6 pulgadas, 38 anillos).

«Cuando era estudiante antes de la Revolución, solía fumar diferentes marcas», dijo Castro. «A veces solía fumar Romeo y Julieta Churchill, H. Upmann, Bauza, Partagas, pero desde que encontré Cohíba… era tan suave, y no era un cigarro demasiado compacto. Fue fácil fumar».

Al principio, las únicas personas fuera de Cuba que tenían acceso a Cohíbas eran diplomáticos visitantes que los recibieron como regalos. No fueron vendidos internacionalmente hasta 1982.

En algunos relatos de la fundación de Cohíbas, Che Guevara, socio de Castro en la Revolución y primer ministro de industria de Cuba después, se cree que creó la marca a pedido de Castro. Pero el Che salió de Cuba en 1965 para fomentar la revolución en Bolivia, donde fue perseguido y asesinado en noviembre de 1967.

Castro, dejó de fumar cigarros en agosto de 1985, cuando Cuba lanzó una campaña general contra el tabaquismo. Tenía 59 años y los fumaba desde los 15 años. Una vez, durante la Revolución, abandonó los cigarros en solidaridad con un levantamiento entre los trabajadores de las plantaciones de tabaco.

Cuando Castro dejó de fumar comenzó a decir: «Cuando le regalamos una caja de puros a un amigo le decimos: ‘Lo mejor que puedes hacer es regalársela a tu enemigo'».

La fábrica de cigarros El Laguito, que originalmente era una escuela en el suburbio habanero de Miramar, sigue siendo una fábrica activa de Cohíba. Seis Cohíbas portan la Laguito vitola de galera hoy, incluyendo la línea Behike y, por supuesto, las Coronas Especiales.

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