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Tocar “fotuto”, la curiosa tradición de un pueblo de Cuba para identificar a los tarrús

Cuentan que en la zona de Cunagua existió por la década de 1960 un hombre cuya mujer era muy ligerita de cascos y le hizo crecer una cornamenta digna del mejor toro. Por joder los vecinos hacían sonar frente a su casa en las noches un cuerno de buey como recordatorio de las infidelidades de su esposa; pero el hombre nunca le dejó y, por el resto de su vida, fue conocido como “Juan Fotuto”.



La costumbre pegó en el pueblo y todavía hoy, en pleno siglo XXI, a los que tienen la desgracia de que le “peguen los tarros” y sus vecinos se enteren le suenan fotutazos delante de la casa.

Algunos ni siquiera tenían que ser “tarrúos”, porque con los años la práctica derivó en una especie de extorsión. Los jodedores tocaban el fotuto noche tras noche hasta que el insultado salía y les pagaba una botella de ron. Entonces se iban con el fotuto a otra parte.

Sobornar a los fotuteros fue idea de un campesino llamado Juan Marrero, quien era dueño de una finca en la que trabajaban un montón de muchachones que se dedicaban a tocar fotutos en las noches a todos los tarrúos. A él se le fue a quejar uno de los infelices a los que no dejaban dormir los jodedores para que castigara a sus empleados; pero el guajiro Marrero sólo le dijo que no cogiera lucha que “los tarros no dolían”.

Después sintió lástima con el tipo y le recomendó que les comprara una buena botella de ron o los invitara a tomar chocolate caliente a la tienda del pueblo, pues era la única forma de que lo dejaran en paz y se fueran a otra parte, porque “tarrúos” sobraban en el pueblo.

Así lo hizo el infeliz y remedio santo.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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