fbpx

Los cubanos y nuestro curioso ‘amor’ por las joyas

Resulta común ver en la isla a personas de todas las edades lleven adornos corporales de las más diversas índoles. Al cubano le gusta la joyería, no las prendas de diseñadores o las de diamantes, sino a las comunes de oro y plata, tan populares entre los habitantes de la isla.



En Cuba cuando nace una niña se le ponen aretes de oro y si es varón generalmente se le pone una manillita. A medida que pasa el tiempo y van creciendo aprenden de los padres y de la sociedad en la que se desarrollan a darles un valor a las prendas dependiendo de los recuerdos que estas les traigan, claro, las que logran seguir siendo propiedad de dichos niños porque durante la infancia es muy común que se pierdan todo tipos de cosas, entre ellas las joyas.

En dependencia de las preferencias las adolescentes tratan de llenarse las orejas con argollas de oro o plata. A pesar de que en la actualidad las escuelas prohíben el uso de prendas junto al uniforme escolar muchos estudiantes se las ingenian para lucirlas muy discretamente sin llamar la atención de los profesores. De esta manera se muestran más atractivas y demuestran cierto desenvolvimiento económico y posición social.

El uso de estas joyas, y mientras más ostentes mejor, hará que los jóvenes sean más o menos populares, sobre todo en el caso de los varones se evidencia mucho más. Las jóvenes usan sus aretes y collares artesanales que realzan su belleza, en cambio los muchachos deben combinar sus conjuntos de prendas menos llamativas pero de más lujo.

Para el que las ostenta, esta joyería atrae la atención de los demás y hace alusión a un privilegiado estatus económico al que no todos los adolescentes y jóvenes pueden tener acceso. Muchos se pasan de la raya con las exageraciones y terminan utilizando las joyas como una forma de especulación que en muchas ocasiones desagrada a la vista. A pesar de esto la buena posición monetaria que indica el uso de una gran cantidad de oro o plata es utilizado para encontrar pareja o amistades.

Por naturaleza los cubanos amamos las joyas. Algunos las usan de forma sobria y otros muy atractivas, aunque siempre podemos encontrar a los que son el centro de atención por tener los cuellos o las orejas llenos de joyería que para nada es ni necesaria ni bonita. El uso depende de la persona, pero eso sí, artesanales o lujosas a los cubanos siempre nos gusta lucir aunque sea alguna bien discreta.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba