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La tenebrosa historia de la aldea maldita de Guaracabulla, un pueblo cubano signado por su mala suerte

Si un pueblo cubano tiene mala suerte es Guaracabulla, situado en el mismo centro de la Isla. Tanta mala fortuna ha hecho que muchos lo conozcan como la aldea maldita.



Según los cronistas el asentamiento ya existía cuando llegaron a él los colonizadores españoles. A los iberos les gustó el lugar, y sin importarles que ya estaba ocupado por los aborígenes cubanos, decidieron quedarse allí y de paso esclavizarlos.

El cacique Guara – Cabuya se opuso a los abusos de sus nuevos vecinos y fue condenado a muerte. Antes de ser ejecutado maldijo el poblado y expresó que esa tierra que por fuerza le habían arrebatado a sus legítimos dueños jamás volvería a ser próspera.

Si un pueblo cubano tiene mala suerte es Guaracabulla, situado en el mismo centro de la Isla

La desgracia de los indios fue que en Guaracabulla fue uno de los primeros lugares donde los españoles encontraron oro. Durante la colonia fueron famosas las minas de San Blas de las Meloneras y San Francisco del Descanso. Todavía hoy se explotan esas minas, aunque los habitantes del pueblo como los primeros habitantes aborígenes no hayan visto ningún beneficio.

El oro de Guaracabulla fue tan mentado que Alonso Colmenares Hernández, ministro español de Gracia y Justicia tuvo la ocurrencia de autoproclamarse Marqués de Guaracabulla por si las moscas, le tocaba algún derecho sobre los yacimientos.

Tras las desgracias iniciales el pueblo pareció prosperar finalmente en la primera mitad del siglo XIX. Llegó a tener un par de ingenios y hasta el buen obispo Espada se dio su vueltecita por allí.

El pueblo pareció prosperar finalmente en la primera mitad del siglo XIX

Sin embargo, fue sólo un espejismo. La maldición del cacique volvió a surtir efecto y el 9 de abril de 1869 los mambises cubanos le dieron candela a Guaracabulla por los cuatro costados. Los vecinos y los soldados españoles salieron huyendo y no pararon hasta el fuerte de Placetas, donde fundaron el pueblo del mismo nombre. Desde entonces Placetas fue más importante y Guaracabulla volvió a caer en la miseria.

Los pocos que se quedaron se acostumbraron a la precariedad y así han continuado hasta hoy. Cosas de vivir en una aldea maldita.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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