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La historia del burro de Bainoa

Cuenta la leyenda que por las calles de Bainoa, localidad del municipio Jaruco de la actual provincia Mayabeque, andaba un burro  suelto. Aunque no tenía dueño, los pobladores lo consideraban un habitante peculiar. Entre todos lo alimentaban. Según dicen, el animal deambulaba por las calles a sus anchas, sintiéndose dueño y señor.



Otras historias dan fe de que un animal similar se hizo famoso por andar detrás de su dueño a todas partes, como una mascota, mientras que otras aseguran que el sobrenombre de “Burro de Bainoa” se le puso a uno de sus habitantes, un estibador que en el andén de la estación ferroviaria cargaba grandes pesos, emulando con la fuerza típica de esta especie.

No faltan los que afirman que realmente hace alusión al modo tonto en que un rico hacendado de la zona encendía los puros durante las peleas de gallos: empleando billetes de 10 o 20 pesos.

Así se fue tejiendo la leyenda. En no pocos lugares de Cuba se dice de una mujer que demora en dar a luz que “está preñada del Burro de Bainoa”, haciendo alusión a las historias que se tejen en torno a este animal desde tiempos inmemoriales.

Cuenta la leyenda que por las calles de Bainoa, localidad del municipio Jaruco de la actual provincia Mayabeque, andaba un burro  suelto.  -eyephotomagazine.com

Lo cierto es que, antes de ser conocida como la “Capital del frío” por ser el lugar donde se han reportado las más bajas temperaturas en el país, el poblado se hizo famoso por la leyenda.

Según estudios de varios historiadores, al parecer el mito sobre el burro se generó luego de que una familia de la zona comprara un animal de esta especie mucho más grande de lo normal, que empleaba para transportar mercancías en la zona de descarga del ferrocarril. Los pasajeros que iban y venían comenzaron a llamarlo por el apelativo de “Burro de Bainoa” y la historia se fue extendiendo al resto del país.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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