Hoy 7 de Septiembre los cubanos convierten las playas en templos celebrando el día de Yemayá

viernes, 7 de septiembre de 2018

El 7 de septiembre, miles de creyentes de toda Cuba acuden a las playas a rendirle homenaje a Yemayá, la diosa del mar. La costa se viste de celeste para celebrarla y la playa se transforma en un lugar de culto.

Es el Día de Yemayá, o Iemanjá, la diosa del mar y el origen de todo, según los creyentes de las religiones afroamericanas. En la costa marítima que baña al poblado habanero de Regla, donde se encuentra el tempo de la Virgen de Regla (en Cuba esta virgen se sincretiza con Yemayá) se lleva a cabo una de las manifestaciones más multitudinarias de la isla.

Vestidos de blanco, los sacerdotes frotan sus manos contra los creyentes, curiosos y turistas para interceder ante la diosa. El sonido ambiente se inunda con tambores y músicas con reminiscencias africanas, cantadas a veces en español y ocasionalmente en alguna lengua traída por los esclavos. Los curiosos toman cerveza y miran el espectáculo mientras toman fotos con sus celulares.

Luis prefirió mantener en reserva sus pedidos y sus problemas, al igual que Elena, una mujer que va a la celebración «casi siempre». Su vínculo con Yemayá es muy íntimo, aclara, por lo que prefiere no compartir muchos detalles. «La importancia que se le da a la fiesta va en cada uno, en lo que crea y sienta. En mi caso mi fe es bastante grande», dice.

Rosario es creyente, pero solo va a venerar a la diosa el 7 de septiembre. Eso sí, el pedido es siempre el mismo y no tiene problema en declararlo: «siempre, la salud». Y coincide con todos: lo suyo es una cuestión de fe.

«Primero que nada está la salud y como ella me ha respondido, vengo por eso. Yo creo que es como cualquier creencia o religión y el sentimiento que uno tiene hacia ella. Si uno cree, la fe es todo», dice.

El 7 de septiembre se festeja a la deidad del mar porque es para los católicos el día de la Virgen de Regla. Es una prueba del sincretismo de las religiones afroamericanas: los esclavos tomaron elementos de sus creencias de origen y los mezclaron con la religión impuesta por quienes los trajeron. Algunas figuras se asimilaron a las que venera la Iglesia Católica.

Yemayá es una deidad cubana «nacida» en África, siempre ha sido amada y temida por los creyentes de este país y hoy admirada en medio de un boom turístico por extranjeros que a veces le rinden culto.

En la naturaleza está simbolizada por las olas, y su baile sensual que se reproduce en las ceremonias nacionales repite el perpetuo movimiento del mar.