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Fiesta del Fuego: la tradición de Santiago de Cuba que hace arder la ciudad año tras año

Al Oriente de Cuba se le conoce como la tierra caliente, pero año tras año la ciudad de Santiago de Cuba literalmente se enciende durante la tradicional Fiesta del Fuego, un jolgorio como pocos en el que corre el mejor ron y los olores del puerco asado se sienten en cada esquina.
La Fiesta del Fuego puede parecer brutal a los turistas, porque no es una celebración artificial diseñada para vender suvenires, sino una expresión genuina del espíritu de la más caribeña de las ciudades cubanas. Allí la conga, cuando arranca, no la detiene ni el diluvio universal.



Casi una semana durante el mes de junio se extiende la Fiesta del Fuego y, como los santiagueros son gente fiestera, siguen la rumba luego en el Festival del Caribe. A la oriental ciudad se trasladan durante la festividad agrupaciones de música y danza del mediterráneo americano con el objetivo de hacer realidad aquello de que el Caribe nos une.

Contrario a lo que sucede en la mayoría de las fiestas populares de Cuba que se caracterizan por ser multiétnicas, en la Fiesta del Fuego impacta la presencia negra, que se expresa en las comparsas, la percusión y las congas.

Abre la celebración la llamada “Serpiente”, una larga procesión de caribeños ataviados con sus trajes típicos que bailan al son de sus ritmos nacionales mientras hacen ondear sus pabellones. Recorren todo Santiago, como símbolo de unión entre los descendientes de los esclavos africanos que cruzaron el Atlántico a borde de los barcos negreros.

Y si la fiesta rompe con la Serpiente, termina con la quema del diablo: un resonar ensordecedor de incontables tambores junto a la bahía para despedir a los invitados que retornan a sus tierras.

Allí mismo se le da candela al diablo, un muñecón que simboliza todo lo malo y deja el camino limpio para volver a formarla el próximo año.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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