Estas cosas solo la entenderás si fuiste un ‘pionerito’ en Cuba

sábado, 5 de enero de 2019

A muchas personas la infancia les ha dejado recuerdos que con el paso de los años se han vuelto subliminales. Para los cubanos que hallamos pasado nuestra etapa escolar en la isla de Cuba ha significado la posesión de vivencias que solo un cubano puede recordar.

El uniforme: Para que los estudiantes puedan usar la pañoleta se realiza un acto, y luego otro para cambiar la pañoleta cuando pasan de color azul a rojo.

El Buchito: Este era un líquido blanquecino que poseía un desagradable sabor y nos obligaban a tomarlo para prevenir las caries.

Los matutinos escolares: En los matutinos se hacían declamaciones, se recordaban hechos históricos y se hacían diversas actividades político-culturales.

Las fotos del día de los padres: En fechas señaladas a los niños se les tiraba una foto en las que todos quedábamos iguales.

Las casas de estudio: El objetivo de estas era hacer las tareas y repasar los contenidos dados en clases, pero en ellas se hacía de todo menos estudiar.

Los círculos de interés: Todos los niños se apuntaban en un circulo de interés, pero era solo para decir que estaban en este o aquel porque no se hacía nada.

Las consignas coreadas por las calles y las rivalidades entre escuelas: En el casi de las escuelas que quedan relativamente cerca se vuelven rivales porque para los estudiantes de cada una, la suya es la mejor.

Los ‘motivitos’ o fiestas de cumpleaños: Todos eran iguales, los padres luego de que se cantaran las felicidades, ofrecían a los niños panes con pastica con un pedacito pqueño de kake, croqueticas y una tortica de ensalada fría.

La programación infantil de vacaciones: En la etapa de vacaciones siempre repetían los mismos programas infantiles.(D’Artacán y los tres mosqueperros, Érase una vez el hombre, Mazinger Z, Voltus 5, Lolek y Bolek, El Inspector Gadget, David el Gnomo, Los pitufos, Jacky y Nuca y muchos muchos más)

La calabacita: la calabacita es una canción con la cual se anuncia en la televisión que son las 8 de la noche y que terminó la programación infantil, por lo que los niños deben irse a dormir. Había una versión para tiempos de clases y otra para las vacaciones.

En todas las aulas había un calendario con las efemérides, las cuales eran conmemoradas con matutinos especiales y concursos.

El ritual de comienzo de los cursos de forrar los libros: Esto era lo que más evidenciaba las diferencias económicas existentes entre los padres de los niños cubanos.