+14 formas de hablar de los cubanos

lunes, 29 de julio de 2019

Los cubanos y cubanas tenemos una manera única, diferente y peculiar de expresarnos y comunicarnos, es decir una forma única de hablar de los cubanos.

Es obvio que compartimos con la comunidad hispana un importante número de palabras.

Esto nos permite entendernos con un argentino, un español o un mexicano.

Sin embargo, los «inventos» de nuestra forma de hablar, superan la más exquisita y elevada norma de la Real Academia de la Lengua Española.

Está claro que no somos el centro del mundo, pero la condición de isleños tropicales nos ha marcado el carácter.

Y aunque la ciencia aún no lo haya determinado, de alguna manera transmitimos esta peculiaridad a la prole, ya sea la hayamos tenido en Suecia, Sudáfrica, Australia o Miami Dade.

Por eso es bueno aclarar algunas cositas, sobre todo para aquellos que no nos conocen bien y son asiduos lectores de este blog, y también para ti, cubano o cubana dondequiera que estés.

Los cubanos no nos caemos, nos «destimbalamos» o nos «descuarigingamos»; no nos golpeamos, nos rompemos la «siquitrilla».

No somos holgazanes, sino que «nos disparamos ni un chícharo»; nunca nos equivocamos, nos «damos buenas enredadas».

No morimos sino que «cantamos el manisero», le damos la «patá» a la lata o «nos vamos del aire como la emisora».

Un cubano no es obsesivo, es «matraquilloso»; no adelgaza sino que «está hecho un güin o parece un esqueleto rumbero»; no es de estatura elevada sino que es una «vara de tumbar gatos».

Jamás pierde la razón, sino que tiene una «tuerca floja o los cables cruzaos».

Al regresar del trabajo no está agostado ni tiene sueño, está «fundío». No conoce de estrechez económica, sino que está «pelao».

Dicen que los cubanos y cubanas somos los mejores bailadores, pero eso no es verdad, en realidad «echamos tremendo pasillo». No pasamos hambre, lo que hacemos es que nos «jamamos un cable».

Jamás somos infieles a la pareja, le «pegamos los tarros». Nos «encaramamos» en vez de subirnos.

Dicen que hablamos mucho y que somos muy pícaros, la verdad es que «metemos tremenda muela y somos la candela».

¿Cuántas veces al día utilizas estas frases? ¿Eres consciente de ello? con esta forma de hablar de los cubanos.

Normalmente, ni nos percatamos cuando las decimos.

Son parte de nuestra identidad cultural.

Esa que portamos todos y que, junto con el Himno de Bayamo, el Escudo de la Palma Real y la Bandera de la Estrella Solitaria, nos hace vibrar.