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Casiguaya: Una leyenda de sacrificio supremo

Guamá fue el Cacique taíno que se rebeló heroicamente contra el domino de los conquistadores españoles, combatió entre los años 1522 y 1533, en las montañas de Baracoa –territorio perteneciente a la actual provincia de Guantánamo- con una valiente guerrilla de indocubanos, en una desigual lucha contra las fuerzas españolas lo acompaño siempre su esposa Casiguaya (Flor de Primavera) y su pequeña hija.



La vida épica de ambos ha alimentado la imaginación popular, así como la de novelistas y otros artistas. Al caer Guamá víctima de la traición, Casiguaya continuó la lucha en unión de otras indias rebeldes. Una feroz persecución puso fin a la lucha de esta ejemplar mujer, la que fue capturada en unión de varias de sus compañeras, las que fueron condenadas al horca en la Plaza de Armas de la ciudad de Santiago de Cuba, donde los hacendados llevaron a sus indios y esclavos, para que presenciaran la criminal ejecución, y que sirviera de ejemplar escarmiento.

Después de ser ahorcadas las cuatro compañeras de Casiguaya esta, antes de ser conducida al patíbulo, le solicitó al sacerdotes que estaba bendiciendo las ejecuciones, le permitiera abrazar y besar a su hija, prometiéndole que renunciaría a sus creencias, aceptando las de la iglesia Católica, el sacerdote accedió y llevó a la niña hasta donde se encontraba Casiguaya, la que abrazó fuertemente a su hija, al besarla la estranguló entre sus manos, mientras gritaba con dolor: “¡Criminales, jamás, ni la mujer ni la hija de Guamá serán esclavas de cristianos españoles!”

Escrito por | Redacción TodoCuba

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