Descubre algunas de las supersticiones más arraigadas que sobre la luna existen en Cuba

lunes, 30 de abril de 2018

Casi todos los pueblos tienen muchas supersticiones sobre el poder de la luna. Algunos le atribuyen facultades maléficas e incluso científicos de renombre le han achacado la causa de numerosos males.

Así, el célebre alquimista, médico y astrólogo Paracelso declaraba que los locos (lunáticos) estaban bajo la influencia de spiritus vitae que actuaba bajo la influencia de la luna.

En aquella época se daba por cierto que los perturbados mentales nacían locos porque habían recibido las influencias del satélite de la Tierra cuando se encontraban dentro del útero materno.

En el México prehispánico las gestantes se cuidaban muchísimo de no recibir la luz de la luna pues de hacerlo era casi seguro, según sus creencias que los niños nacerían sin paladar.

En Cuba, que no es ajena a las fantasías y supersticiones más descabelladas, muchos aseguran que si una embarazada se atreve a presenciar un eclipse de luna su bebé nacerá con una mancha.

Igualmente a la luna se le hace responsable del “pasmo” cuando alguien se expone a su resplandor, sobre todo (vaya usted a a saber por qué) después de tostar café o planchar la ropa.

Por si esto pareciera fantasioso también en la Isla está extendida la creencia de que los ataques de epilepsia tienen una relación directa con las fases de la luna.

Sin embargo, está demostrado, que la luna sí tiene influencia directa sobre determinados fenómenos físicos y que el comportamiento de muchos seres vivos sí está relacionado con el satélite natural de la tierra.

Como en todas los pueblos, en Cuba se le atribuye gran importancia al ciclo lunar: los pescadores saben cuándo es que pica más el peje, en dependencia de la combinación de tres factores: el alto de la luna, la fase de esta y la época del año; los campesinos por su parte dominan la relación que existe en los cultivos con respecto a la luna.