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Grandes actrices cubanas. Odalys Fuentes

Autor: Maikel Mederos Fiallo.



Odalys Fuentes es natural de Jarahueca, municipio de Yaguajay, provincia de Sancti Spíritus. Vivía entre estériles pozos de petróleo y al lado de un abuelo que se acostaba diariamente borracho. Una mañana le dio un beso a la madre luego de empaquetar una maleta, tomó el tren y marchó a La Habana. Trabajó de nana, cocinera, limpiadora de pisos y lavandera en la casa de una familia de clase media. Contaba con alojamiento, alimentación, sueldo y uniforme.

Una noche cuando se encontraba en sus labores domésticas en la casa de una familia de clase media, Odalys freía plátanos maduros, pero como se entretenía con los culebrones televisivos de los hermanos Martínez Casado, la sartén se incendió. La señora la echó de la casa y ella con sus ahorros debió emprender la aventura de empezar de nuevo y se refugió en una casa de huéspedes. Ella leyó en el periódico Prensa Libre un anunció de un casting para muchachas para escoger a la que acompañaría al rey del bolero, el chileno Lucho Gatica en su primer viaje a Cuba.

Cuando llegó a la cita simultáneamente entró al lugar Gaspar Pumarejo, el empresario del canal que trasmitiría el programa. Pumarejo miró en derredor y al descubrir a Odalys Fuentes la escogió entre las otras dos centenas de candidatas. La audición (en vivo) fue un éxito y le llovieron las ofertas, la cervecería Hatuey la contrató junto a otra modelo cubana llamada Ana Viñas como exclusivas. Fuentes alquiló un apartamento, compró un carro de segunda mano y hasta se hizo de un abrigo de armiño como las grandes estrellas de Hollywood. La fábrica de sueños en su caso había funcionado.

Odalys no contaba con un cuerpo exuberante, típico de la década del 50, como Rosita Fornés, Maricusa Cabrera, Marta Véliz, Ninón Sevilla, María Antonieta Pons o María de los Ángeles Santana. Poseía, sí, un rostro, una sonrisa y una piel única, y un cuerpo que pudiera calificarse de eficaz, al cual nada le faltaba.

Aparecía en los principales periódicos y revistas, sus romances eran objeto de especulaciones, se le asignaban novios y posibles bodas, rupturas y oscuros deseos. Frank Max Factor Junior la descubrió en la revista Bohemia y viajó especialmente a Cuba para contratarla: “Usted tiene un rostro y una piel perfectas, quiero que sea nuestra modelo y nuestro rostro para América Latina”, le propuso.

La televisión la solicitó para la puesta en escena de la teleserie “Doña Bárbara”, conducida por entonces Roberto Garriga y con un elenco integrado por: Raquel Revuelta (Doña Bárbara), Manolo Coego (Santos Luzardo), Rafael Linares (Melquíades) y Manolo Alván (Juan Primito). Ella haría la Marisela, salvaje, virginal y recia como la pradera venezolana. La serie fue un éxito rotundo y Odalys sumó a sus dotes de modelo las de una actriz en ciernes.

En enero de 1959, cuando triunfa la Revolución Cubana, se encontraba en el pináculo de su fama y se sumó a los partidarios del triunfo. Se casó con el comandante Oscar Fernández Mell, alcalde de La Habana y se dedicó a una vida como actriz alcanzando notables éxitos, fundamentalmente en la televisión y la radio cubana.

 

 

 

Escrito por | Redacción TodoCuba

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