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Tres bebidas hechas en Cuba que solo soportan beber los alcohólicos de academia

Cuba es famosa por sus bebidas alcohólicas. Todos los que disfrutan de “empinar el codo” alrededor del mundo probablemente han saboreado la Isla a través del Havana Club, el Mulata o el ron Santiago. Y así mismo pasa con la coctelería. El daiquirí, el Cuba Libre y el Mojito están probablemente en todos los bares del mundo.



Pero en Cuba hay muchas otras bebidas que los extranjeros desconocen. Verdaderos inventos alcohólicos que vieron la luz en el Período Especial como alternativas a la escasísima producción de la industria ronera cubana en la década del 90. Bebidas solo aptas para profesionales. Para gente que tiene la garganta y el corazón de titanio. Gente que vive su vida al límite.

La “chispa de tren”

Conocida también bajo otros nombres como “azuquín”, “diente de tigre”, “salta pa atrás”, “el hombre y la tierra”, etc. la chispa de tren es una de las bebidas caseras más fuertes y famosas de Cuba. El nombre es bastante gráfico, pero si no consigues imaginarlo a la primera, piensa en un tren que viene a alta velocidad y de pronto aprieta los frenos. ¿El roce brusco de las ruedas de hierro con los rieles produce chispas verdad? Bueno, en este caso la bebida es el tren, los rieles son tu garganta y las chispas son los destellos que salen en tu cabeza cuando te das el primer trago. Si algún día te atreves a probarla, ten mucho cuidado porque la chispa de tren es un verdadero knock-out para bebedores inexpertos.

El “planchao”

El planchao es una bebida bastante decente si la comparamos con la chispa de tren, pero aún así no se le puede quitar su mérito. A día de hoy es la bebida preferida de todo el que no quiere o no tiene dinero para comprarse una botella más grande. Es como una versión gourmet (solo por el tamaño) de una botella clásica de ron.

En Cuba es muy común ver personas comprando un planchao cuando acaban el trabajo para compartir con los amigos, como si se tratara de un ritual. Lo malo de esta práctica es que el planchao viene en unos envases de cartón que se deterioran con la saliva. Y como muchas veces no hay absorbentes ni vasos a mano, las cajitas de planchao terminan pasando de boca en boca y de saliva en saliva. ¿Pero quién sabe? Quizás esa sea la fórmula que mantiene a tantos enganchados.

El Alcohol de 90

El químico y físico francés Louis Joseph Gay-Lussac creó la unidad de medida (que lleva su nombre) para definir la concentración del alcohol contenido en una bebida. Según esta escala se sabe por ejemplo que el sake contiene 20 grados, el tequila 55 y el vodka 40.

Y es lógico que haya bebidas como esta porque en Japón, México y Rusia hay inviernos considerables. Pero en Cuba no. Cuba es un eterno verano. Por eso resulta increíble (y hasta inaudito) que en Cuba haya una bebida con 90 grados en la escala Gay-Lussac. Y para colmo una bebida súper popular. Un verdadero volcán casero hecho en una isla que gracias a Dios no tiene volcanes.
Estas son tres de las bebidas hechas en Cuba más famosas que existen. Remedios caseros que nacieron para solventar una necesidad en una época en que no había cómo ni dónde comprar una botella decente de ron. Inventos que milagrosamente siguen existiendo porque la gente les cogió el gusto. Porque como mismo sucede con lo bueno, “lo malo no pasa, se queda siempre”.

 

Escrito por | Redacción TodoCuba

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