El Bacura: opción trascendental entre la gastronomía y la comunidad

viernes, 15 de enero de 2021

Hacia el este de La Habana, a pocos minutos del centro de la capital, se ubica el bar-restaurante  El Bacura.

Es allí donde hace comunión la mayor calidad del arte gastronómico cubano con una bella labor comunitaria, sin precedentes en la capital del país.

El Bacura, en la playa Celimar

El Bacura está ubicado en la playa Celimar y dentro del capitalino municipio La Habana del Este.

Está enmarcado en un privilegiado entorno geográfico, en donde  la típica vegetación de la campiña cubana se une con la belleza de las playas del litoral norte.

Alejado de los ruidos de la ciudad, este restaurante permite disfrutar de una suculenta y variada oferta gastronómica, en un ambiente de relajación y bienestar.

El Bacura cuenta con un salón principal estilo campestre. Es aquí, donde el murmullo de una improvisada cascada y la brisa marina acompañan la degustación de las ofertas culinarias.

De esta forma, la cena deliciosa o los espectaculares cócteles no solo son únicos elementos que han hecho de este espacio un centro de interés.

Paulino García es el propietario del lugar y apasionado desde niño a la cría de caballos. Ha habilitado una caballeriza colindante a la instalación culinaria donde ofrece una bella y útil labor comunitaria.

Y es que sobre el lomo de sus caballos de pura raza, los niños con trastornos físico motores, portadores de enfermedades cerebrales, retraso mental o disfunciones psiquiátricas, se rehabilitan bajo las normas de uno de los tratamientos de salud más innovadores a nivel mundial: la equinoterapia.

Con previa evaluación de los especialistas, los pequeños pacientes y sus cuidadores acuden cada martes y jueves a El Bacura para beneficiarse de este singular tratamiento, en íntimo contacto con la naturaleza.

Este proyecto de rehabilitación es una iniciativa de García

Está vinculado a las entidades de salud de la comunidad del municipio capitalino de La Habana del Este. De igual forma, está avalado por la Dirección Municipal de Educación.

Paulino García y El Bacura demuestran que a veces, el sueño no termina con servir la mesa, sino que va más allá: servir al bien común.