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¿Por qué son tan famosas las frutas cubanas de El Caney?

Cuando alguien quiere vender rápido sus frutas en Cuba dice que proceden de la zona de El Caney en Oriente. Esta es una carta de presentación que nunca falla porque la fama de los mangos, guayabas, mameyes, caimitos y mamoncillos que se cultivan en esa tierra cercana a Santiago no tiene igual en la Isla.



Aseguran algunos que su magnífica calidad de su suelo que les imprime una jugosidad y sabor inigualables; otros, los menos, afirman que la diferencia con otras frutas de la Isla no es tan notable y que la fama de que disfrutan la de El Caney se deben más que nada al imaginario popular, alimentado por fenómenos culturales puntuales como el son de 1929 compuesto por Félix Caignet, el padre de la telenovela y que popularizó al año siguiente el Trío Matamoros. Este tema musical que elogia las frutas de El Caney ayudó a que su fama creciera en la Isla y la zona santiaguera fuera considerada como el paraíso de las frutas.

Los científicos se han exprimido los sesos para tratar de encontrar las causas de la calidad manifiesta de las frutas de la región sin llegar a resultados concluyentes; pero los sitieros del lugar lo tienen claro.

Según ellos en el tamaño y el gusto de la frutas que allí se cultivan inciden la calidad de los suelos, pero también la sabiduría de los productores que se ha heredado de generación en generación que ha hecho que, por ejemplo, los mangos que allí se dan sean considerados los mejores del mundo.

Los mangos bizcochuelos, sin dudas la fruta más emblemática de El Caney, se pueden sembrar en otras tierras, pero, por razones “misteriosas” degeneran en variedades inferiores que no se pueden comparar con las que se cultivan en las tierras del oriente cubano.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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