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Los mejores restaurantes para visitar en La Plaza Vieja, uno de los lugares icónicos de La Habana Vieja (+ Fotos)

En la Plaza Vieja confluyen las calles Muralla, Teniente Rey, San Ignacio, Mercaderes e Inquisidor. Pero a este espacio, que allá por 1559 se trazó con el nombre de «Plaza Nueva», lo puede llevar también el deseo de cerrar, por todo lo alto, su paseo por el centro histórico de La Habana.



Su objetivo primero fue otorgarle a la villa un lugar para mercado y fiestas públicas y hoy, más de cuatro siglos y medio después, sigue gozando de preferencia cuando se habla de visitar la capital cubana.

Y no sólo se trata de la historia de sus muros, adoquines, ni de la invitación que cada rincón le hace al lente de su cámara. Se trata de que, luego del cansancio que deja la caminata por las calles del centro histórico, en la Plaza Vieja encontrará lo mismo un sitio donde disfrutar una amplia variedad de café, que tomar cerveza artesanal o elegir entre la comida cubana más autóctona y platos de la cocina internacional.

Deje entonces que todos sus caminos lo conduzcan a la Plaza Vieja y, si me permite, le guiaré a lo largo de estas sencillas líneas.

Muralla y San Ignacio

Las cuatro esquinas de la Plaza Vieja, la más alegre de La Habana, ofrecen al visitante todo tipo de opciones.

Así, en la intersección que forman las calles Muralla y San Ignacio abren sus puertas La Factoría Plaza Vieja, o simplemente la cervecera de la Plaza Vieja y el bar restaurante «La Vitrola», también conocido como «La Victrola» que aparentemente viene del nombre del fabricante de dichos aparatos: Victor Talking Machine Company.

La Factoría Plaza Vieja

La primera, le permite probar los tarros y jarras de malta, cerveza clara, oscura y negra, fabricada allí mismo, casi delante de sus ojos. La cerveza y la malta artesanales, con el punto que le dan las manos de quienes las fabrican, puede acompañarlas de un buen surtido de tapas y de la música tradicional cubana, que siempre está presente en el lugar.

También muy presente está la música cubana en «La Vitrola», a un costado de la cervecera, con tan solo cruzar la calle. Un trío ameniza la estancia y le hará moverse al compás de un son, una guaracha o inspirarse ante la suave melodía de un bolero. Su ambientación invoca épocas pasadas, a través de cuadros y carteles, de un par de radios viejos que penden de las paredes, así como una bicicleta y un caballo de juguete que cuelgan del techo.

La Vitrola es un sitio singular que tiene mucho más por descubrir. Un lugar que le ofrece mojitos, sangrías, tapas, comida y todo lo que necesita para una velada inolvidable.

Bar restaurante «La Vitrola»

Mercaderes y Muralla

Baje por la calle Muralla y en la siguiente esquina de la Plaza Vieja justo en el corazón de La Habana le espera el Café El Escorial y sus más de cincuenta recetas a base de café. Para garantizar el servicio en El Escorial, el grano llega directamente de las lomas del Escambray, para ser tostado y molido en la propia casona habanera.

Además de los tradicionales expreso, americano, cortadito, capuchino y bombón, el lugar brinda recetas con café caliente y frío, mezclado con licor o con añejo. Y para acompañar, pastelería francesa y sándwich de diversos tipos.

En los altos, el Azúcar tiene desde su balcón una vista privilegiada de la Plaza Vieja; sobre todo en horas de la noche, cuando la combinación de luces del exterior armoniza a la perfección con las del interior del lugar. El Azúcar pone a disposición de los visitantes presentaciones en vivo y música variada, además de espacios reservados, desayunos y un menú amplio y exquisito.

Café El Escorial

De seguro llamará su atención el contraste entre la antigüedad del entorno colonial y la modernidad escogida para diseñar sus interiores. Es algo mágico, encantador, deslumbrante; acérquese y compruébelo.

Teniente Rey y Mercaderes

En esta intersección, donde dicho sea de paso se encuentra también el Planetario de La Habana, se ubica el menos glamoroso de los establecimientos que rodean la Plaza Vieja.

El restaurante Café Taberna no destaca por su decoración, ni por la belleza de su inmueble. Sin embargo, hay dos detalles que lo convierten en una opción excelente.

El primero: una gran imagen del músico cubano Benny Moré, el bárbaro del ritmo, al fondo del salón. El segundo: las presentaciones en vivo del Conjunto Roberto Faz y sus invitados, orquesta que contagia a todo aquel que tenga sangre en las venas.

Café Taberna

San Ignacio y Teniente Rey

Y en la cuarta esquina de la Plaza Vieja, los restaurantes Santo Ángel y Don Julio.

El primero, conocido también como «la casa del arroz», destaca por su arroz a los cuatro quesos, su arroz frito y en especial, el arroz con pollo dominguero, un plato que nace desde lo más raigal del arte culinario cubano y que es puesto en las mesas de este lugar como lo hacían las abuelas de antaño.

Aunque le sugiero, si me permite, el arroz caldoso a los frutos del mar. Respire profundo cuando lo tenga delante y sentirá que su sabor lo embriaga desde el olfato, para luego encantarlo también en el paladar.

Restaurante Santo Ángel

El Santo Ángel posee una vista excelente de la plaza y si prefiere las plantas ornamentales pida pasar a su patio interior, donde se sentirá entonces doblemente a gusto.

Cruzando la calle, en esa misma esquina, la Pizzería restaurante Don Julio es un sitio mucho más pequeño, pero sin nada que envidiarle a los anteriores. Con sus mesas prácticamente en plena acera, el Don Julio destila el encanto de esos negocios pequeños y discretos donde la sazón, en cambio, está a la altura de los establecimientos más encumbrados.

Compruebe lo que le cuento: cuando lo visite pida el pescado con camarones en salsa de queso azul; de seguro que nunca olvidará el Don Julio.

Pizzería restaurante Don Julio

Por si fuera poco…

La Plaza Vieja tiene el Café Bohemia, tiene casas de renta y algo más para conocer: un Spa con diversos tipos de masajes, baños de vapor, aplicaciones con productos termales y otros servicios que pueden ser de su interés.

Entonces, no lo olvide, cuando planifique un recorrido por La Habana más antigua, asegúrese de que su punto final, su colofón perfecto para un maravilloso paseo, sea la Plaza Vieja.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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