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La Cafiroleta: Un postre cubano poco conocido

Aunque es un dulce muy cubano, el nombre de Cafiroleta es poco conocido entre varias generaciones de cubanos, porque ya no se hace con frecuencia, y las premuras de estos tiempos no permiten ir variando con regularidad el menú. No por ello deja de ser deliciosa esta receta



Muchos cubanos lo tienen como un precepto inviolable: si un buen postre no remata un suculento almuerzo o una cena, nos sentimos como si no hubiéramos comido. Preferimos, por supuesto, los de confección casera, esos que requieren de una amorosa y exacta elaboración.

Pienso en la mala rabia, el cusubé, las natillas, las yemitas azucaradas, los flanes, las conservas de mango y de guayaba, el boniatillo…

Hoy quiero hablarles de uno, ya prácticamente extinguido de nuestra culinaria, que tiene como base principal al modesto boniato (camote o papa dulce) y al coco: la cafiroleta.

Mi abuela gustaba decir que la cafiroleta era un boniatillo pero con coco, un postre algo más complicado, pues en dependencia de los recursos disponibles y de lo que aspiramos lograr, podía llevar vino blanco, jugo de naranja, ajonjolí, anís estrellado, etc., elementos todos que indiscutiblemente agradarán a nuestro paladar dulcero. El coco indistintamente figurará en forma de leche, o sencillamente rallado. Es por todo esto que usted puede encontrar varias recetas de cafiroleta, que varían según los materiales, aunque no en su forma básica de elaboración.

Estos son los ingredientes básicos:

  • Boniato: 500 gr
  • Azúcar refino: 500 gr
  • Agua: 250 ml
  • Leche de coco: 130 ml
  • Yema de huevo: 2 unidades
  • Sal: 4 gr
  • Canela molida: 1 gr
  • Jugo de limón: 30 ml

¿Cómo se prepara la cafiroleta?

  1. Eliminamos la cáscara de los boniatos y procedemos a lavarlos adecuadamente. A continuación los hervimos hasta que se ablanden bien; una vez cocinados los extraemos y o bien los pasamos por una máquina de moler, una batidora o en su defecto los aplastamos concienzudamente.
  2. Procedemos a depositar esa masa de boniato en una cazuela de fondo grueso, y en ella la mezclamos con el almíbar previamente preparado con el azúcar, el agua y el limón ya indicados; por último le adicionamos la leche de coco y ponemos la vasija sobre fuego medio.
  3. Debemos remover constante y uniformemente la mezcla hasta que tome una consistencia que nos permita ver el fondo de la cazuela; en ese momento es que procedemos a incorporar las yemas de huevo, nunca de un golpe, sino poco a poco sin dejar de agitar para que se vayan fundiendo con el resto de los materiales; se puntea ligeramente con la sal especificada y dejamos cocinar todo, a fuego bajo 3 minutos más.

El toque especial de esta receta radica en adicionarle la leche de un coco lo más fresco posible, en virtud de que tenga ese sabor delicioso que ese fruto confiere. Los saborizantes pueden ser, si no tiene vainilla, anís estrellado u otro de su preferencia. Seguramente, a la familia le encantará.

Es un postre que se recomienda consumir frío, espolvoreado con canela a su gusto.

Espero que pueda preparar la cafiroleta y ayude a su difusión entre los cubanos, siempre amantes de los ricos postres caseros.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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