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El secreto del lechón asado con el hocico frío

Toda buena fiesta cubana, si desea ser considerada como tal, no puede darse el lujo de prescindir de una de las principales cartas de presentación, la cual le otorgará, a la celebración, una distinción especial donde girará todo lo demás: el lechón asado.



El lechón asado es el alma de toda fiesta cubana que se precie, y puede estar confeccionado de mil y una manera por la variedad de regiones y gustos que pueden existir, sin embargo, hay formas básicas de confección que la gran mayoría respeta y sigue al pie de la letra.

El lechón asado puede aparecer asados en púa si la fiesta es en la zona oriental o realizado por personas provenientes de esta área, o puede ser también asado “al horno”, haciendo uso tanto de sofisticados equipos hasta un simple tanque de apenas 55 galones, preparado rudimentariamente, pero en todo caso, el resultado no variará si se respeta y logra un elemento definitorio, y quien asuma la misión de preparar el lechón tiene que saberlo hacer.

Y es que se debe saber el arte que se esconde detrás de cada paso para un correcto asado cuando se usa la púa, incluso, si se le llega a preguntar a alguien sobre cuánto tiempo exacto se necesita para que esté listo el lechón asado con esta técnica, siempre responderá que la vista se lo va diciendo.

Espantar los moscones del lechón asado

También es importante saber espantar moscones, y muchos es oriente utilizan una técnica infalible, que es decirle a quienes no conocen realmente bien como hacer estas preparaciones, que el puerco estará listo cuando el hocico esté frio: “Toquenle el hocico, hasta que no esté frio el puerco no está bien asado todavía”. Se le suele decir esto a los curiosos que quieren entrarle al puerquito aun cuando se encuentra dando vueltas en la púa.

Algo que los cubanos consideran un cuento de buena pipa, porque el hocico nunca va a estar frío, entonces los “moscones” se cansan de tocarlo a cada momento y de esperar y esperar a que esto ocurra, entonces deciden irse por ahí hasta otra ocasión.

Esta infalible receta antimoscones se aplica incluso en la actualidad, aunque, a decir verdad, lo que más desea un campesino cuando asa un lechón, es que todas las personas, sean familias, vecinos, transeúntes, amigos y demás, lo disfruten con igual derecho, aunque este lechón sea un “bichito” chiquitico, siempre habrá para todos.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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