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Descubre aquellos cocteles y tragos que nos legaron nuestros mambises

Es una labor casi imposible descubrir en qué momento exacto de la historia de nuestra bella Isla sus habitantes crearon el primer trago. Sin embargo, se sabe por los cronistas españoles que ya los aborígenes cubanos consumían una bebida alcohólica llamada chica, elaborada a través del proceso de fermentación de la yuca agria, a la cual añadían jugos de frutas y variadas hierbas para modificar su sabor, así es que el honor de los primeros cocteles típicamente cubanos les debe corresponder a ellos.



Mas, como algunos no están de acuerdo en llamar “coctel” a la bebida que consumían los indocubanos puesto que cada cual la preparaba como mejor le parecía, hay que decir entonces que el primer coctel genuinamente cubano del que se tienen referencias es el mojito.

Muchos aseguran que la invención del mojito fue obra del pirata inglés pero esto es bastante dudoso. Lo más probable es que haya surgido en alguna oscura taberna de la Isla y haya descollado entre los numerosos jugos y bebidas que se mezclaban en la colonia hasta alcanzar su merecida popularidad.

Los cocteles mambises

Pero el auge verdadero de la coctelería cubana llegaría durante las guerras de independencia que los cubanos libraron contra España en el siglo XIX.

La carencia de vino, cerveza y coñac  a que se vieron sometidos los criollos en la manigua les obligó a buscar alternativas. Lo que con mayor facilidad se obtenía era el ron y el aguardiente, pero estos no eran del completo agrado de todos los mambises, especialmente de aquellos de más alta cuna. Además, se consideraba entonces que eran “bebidas de negros”, por lo que se potenció la búsqueda de mezclas más ligeras al paladar.

Dentro de la rica coctelería mambisa, muchas de cuyas mezclas se han perdido para siempre, el más sencillo de los cocteles es el aguamona o agua de mona: simplemente agua caliente endulzada con miel de abeja  o raspadura a la cual se le podía añadir a discreción otros aderezos como hojas de naranja.

Cuando al aguamona se le agregaba la raíz de jengibre se convertía en el llamado “ponche mambí” que a juicio del periodista del Herald, Jim O Kelly quien convivió con los insurrectos cubanos y describió sus costumbres: «Era una bebida muy refrescante y no un mal sustituto de whisky-punch; teniendo la ventaja de no producir embriaguez y obrar como un estimulante».

No todos los jefes mambises eran partidarios de que sus tropas consumieran bebidas alcohólicas. El Generalísimo Máximo Gómez castigaba severamente este hábito por considerar que desmoralizaba a la tropa, pero en términos generales el aguardiente corría a raudales por los campamentos mambises, sobre todo porque servía para engañar al hambre, frecuente compañera de los libertadores cubano.

Con el aguardiente añadido a las mezclas antes mencionadas surgieron los primeros cocteles alcohólicos de los mambises cubanos. Al ponche mambí con aguardiente se le llamaba sambumbia y era, por su sencillez, uno de los más consumidos.

Canchánchara y Cuba Libre

La canchánchara que ha llegado hasta nosotros desde los campos de Cuba Libre es punto y aparte por tratarse de una mezcla más fina. Preparada con jugo de limón, aguardiente, hielo y miel, surgió en el oriente del país desde donde se extendió al occidente en la punta del machete de la caballería invasora. Tan buena fue la acogida de este coctel que se arraigó en algunos lugares del país hasta convertirse en una bebida representativa en ciudades como Sancti Spíritus y Trinidad.

El Cuba Libre es el más internacional de los cocteles mambises. Los libros especializados atribuyen su invención a un militar estadounidense que en un bar habanero mezcló ron con soda y agregó luego unas gotas de limón; pero la verdad es que el trago surgió mucho antes en los campos de Cuba Libre.

Cuba Libre: La invención del famoso Cuba Libre se atribuye a un militar estadounidense, pero en realidad es obra de los mambises cubanos

Su primera mención data de 1872 en el diario de campaña del alcalde mambí José Carlos Milanés y en 1895, durante una visita del General en Jefe Máximo Gómez a un campamento insurrecto él y sus acompañantes fueron agasajados con tragos de Cuba Libre.

Frucanga: La frucanga es un coctel tan potente que pocos pueden asimilarlo

El Cuba Libre de los mambises, el original, se conformaba con aguamiel, aguardiente y gotas de limón. Como se puede observar la mezcla mambisa es muy semejante a la que se atribuyó posteriormente al militar norteamericano.

Por último no se debe dejar de mencionar al más fuerte de los cocteles mambises: la frucanga, conformado con aguardiente, miel, jengibe, ají guaguao y hojas de naranja agria; una verdadera bomba que pocos paladares soportan. Tan abrasivo es este coctel que los españoles lo consideraban un “engendro del diablo” y atribuían las cargas al machete a pecho descubierto de los mambises al hecho de estar bajo su maligna influencia.

Todos los cocteles mambises se deben servir en jícaras, de güira u otro material semejante, pues así era como se tomaban en la manigua insurrecta cuando los insurrectos cubanos luchaban por la libertad.

 

 

Escrito por | Redacción TodoCuba

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