El videoclip de Wampi causa furor al presentar a Amanda Hernández, la cubana que todos confunden con Samantha (Video)

sábado, 23 de agosto de 2025

El debut del tema “Rica y To” de Wampi no solo ratificó la expectación creada por los adelantos en redes, sino que sorprendió al público cubano con la aparición estelar de Amanda Hernández, joven bailarina de 23 años perteneciente al colectivo @losdatway_.

Antes incluso de estrenarse el video, ya circulaban dudas e hipótesis entre los seguidores, especialmente por una escena viralizada en la que una chica con camiseta roja y gran carisma acompaña al reguetonero. A medida que el video completo ganó popularidad, las redes se llenaron de comparaciones por el parecido de Amanda con la conocida Samantha Hernández, provocando frases como “la Samantha de Temu” o “la versión mejorada”. Los memes y bromas no tardaron en aparecer, dando aún más visibilidad al clip.

Amanda compartió en su Instagram (@layz_hdz) una fotografía tomada en pleno rodaje. En la imagen, se la puede ver entrevistando a Wampi en una calle habanera —una referencia clarísima a los populares videos de Samantha donde entrevista artistas—, lo que disparó todavía más las comparaciones y comentarios entre los fans.

Lejos de cansarse por las bromas, Amanda optó por la autoconfianza y el sentido del humor respondiendo: “Mejor así me hago famosa”, tras recibir una advertencia de una seguidora sobre el inminente auge de su imagen. Su actitud relajada y autenticidad dejaron claro que no pretende ser una imitadora, sino, más bien, alguien con un estilo propio que sabe sobresalir.

El guiño visual parece totalmente intencionado, y la jugada de Wampi terminó convirtiendo a Amanda en el foco de las conversaciones dentro de la escena urbana cubana. Mientras tanto, Samantha continúa siendo noticia por aparecer en redes junto al artista L Kimii, con quien suele estar vinculada sentimentalmente.

Queda por ver si Amanda será nuevamente convocada para futuros trabajos con Wampi, pero por ahora ha comprobado con creces que, a veces, basta una camiseta roja, simpatía y una buena dosis de seguridad para convertirse en la sensación del momento sin pronunciar palabra.