El comediante cubano Yuri Rojas vive su primera experiencia en Europa y comparte las emociones de su viaje

lunes, 28 de julio de 2025

Yuri Rojas, ampliamente reconocido en Cuba por su icónico personaje Zoila Bárbara, está cumpliendo uno de sus mayores anhelos: conocer Europa. El humorista ha documentado su travesía por ciudades como Madrid y París, sumergiéndose por primera vez en la vida europea y trasladando cada momento a sus seguidores a través de contenidos repletos de humor, asombro y reflexión.

Al aterrizar en Madrid, Rojas expresó la sorpresa y felicidad propias de quien descubre un mundo completamente nuevo. Mostrando escenas de los Jardines del Palacio Real y tras adquirir una modesta compra de manzanas, queso y vino por 38 euros, entre risas lanzó comentarios espontáneos que reflejan las realidades del cubano cuando compara lo habitual en Europa con lo inusual en la Isla.

En sus redes, además de compartir el filtro de la novedad, también dedicó espacio a reflexiones personales: «Para los que han salido, esto se vuelve costumbre, pero para quienes venimos de Cuba sigue siendo impresionante», manifestó, evidenciando el impacto que genera poner un pie fuera del país tras largos años de espera.

La experiencia de andar por el metro madrileño también fue ocasión para el humor: ante la mirada curiosa de otros pasajeros por narrar todo a viva voz, no perdió su estilo y lo aprovechó para bromear sobre lo improbable que parecía poder viajar, comentando que salir de Cuba ya era de por sí un milagro.

Ya en París, la reacción de Yuri frente a la Torre Eiffel fue la de quien contempla uno de los mayores símbolos de Europa por primera vez: no ocultó la emoción, ni tampoco el vértigo al querer subir al mirador. Estas vivencias las acompañó con anécdotas sobre la gastronomía local —probando la comida en un antiguo restaurante chino—, así como con visitas a lugares emblemáticos como los famosos “candados del amor”.

En tono cercano y sincero, invitó a llevar las cosas con ligereza y humor, mencionando: «Cántalo para que sea más ligero». Así, cada instante de su viaje es también una ventana para que miles de cubanos se vean reflejados; aquellos que aún sueñan con cruzar fronteras y experimentan el mundo más allá de la isla.

En definitiva, las peripecias de Yuri en Europa van mucho más allá de lo personal: representan la esperanza y el deseo de superación de un pueblo acostumbrado a soñar.