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Comparar figuras modernas con íconos históricos desfigura el legado musical cubano



La reciente opinión del productor Ferrante, quien señaló a “Bebeshito” como “el artista cubano más grande de todos los tiempos” superando figuras como Benny Moré y Celia Cruz, ha provocado gran controversia entre los apasionados y estudiosos de la música cubana.

Basta recordar la magnitud del legado de Benny Moré, conocido universalmente como El Bárbaro del Ritmo. A pesar de carecer de una formación musical académica, Moré fue un innovador que transformó géneros como el son, bolero, mambo y guaracha con un talento natural excepcional. Su oído prodigioso y su carisma permitieron que la música cubana trascendiera fronteras mucho antes de la existencia de plataformas digitales o redes sociales. La impronta de su orquesta, la “Banda Gigante” aún perdura, influyendo a músicos y oyentes dentro y fuera de la isla décadas después de su fallecimiento.

Por otro lado, Celia Cruz conquistó el mundo con su poderosa voz y el característico “¡Azúcar!” que la convirtió en símbolo de identidad y resiliencia. Más allá de su éxito en la Sonora Matancera y la mítica Fania All Stars, la Reina de la Salsa ostenta galardones internacionales y fue pieza clave en internacionalizar y dignificar la música cubana desde el exilio.

A diferencia de estos baluartes, Bebeshito encarna un suceso propio de la digitalización: fama fugaz impulsada por canciones virales y visibilidad en redes, con especial impacto entre ciertos grupos jóvenes. Si bien ha cosechado popularidad en estos nichos, su obra está lejos de demostrar la profundidad creativa, vigencia internacional y relevancia generacional asociada a los clásicos de la música nacional.

El comentario de Ferrante parece responder más a estrategias de promoción que a un análisis histórico fundamentado. Confundir presencia mediática temporal con auténtica trascendencia artística minimiza el proceso y la obra de quienes forjaron la identidad cultural cubana a lo largo del siglo XX. La posteridad y el respeto cultural no se alcanzan únicamente por el número de reproducciones ni por la viralidad en internet.

El arte que permanece es aquel que conecta generaciones y expresa la esencia de un pueblo más allá de modas temporales. Desde esa perspectiva, los nombres de Benny Moré y Celia Cruz continúan siendo referentes inigualables para la música cubana, muy por encima de figuras emergentes cuyas carreras aún están por probarse frente al tiempo.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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