La historia detrás del papel que Gary Oldman no aceptó: así pudo haber cambiado ‘El joven con manos de tijeras’

miércoles, 20 de agosto de 2025

Gary Oldman es reconocido por su impresionante trayectoria y por transformarse en personajes de enorme profundidad, pero detrás de su éxito se esconde una decisión que podría haber replanteado el rumbo del cine fantástico. A finales de los años 80, el papel protagónico en «Eduardo Manostijeras», la cinta de Tim Burton que luego catapultó a Johnny Depp, estuvo al alcance de Oldman, pero el actor británico rechazó la oferta tras leer el guion.

Como él mismo relató en una entrevista con The Hollywood Reporter, la historia ideada por Caroline Thompson y Tim Burton sobre un hombre con tijeras en lugar de manos le pareció desconcertante y ajena a su estilo. Según reconoció, la temática le resultó tan extraña que incluso le generó ansiedad. «Simplemente no la entendía; sentía que no era algo para mí», recordó Oldman, quien en ese momento no logró conectar con la visión creativa de Burton.

Su agente le sugirió que tenía grandes posibilidades de hacerse con el rol, considerando que la lista de candidatos era limitada. Sin embargo, la oportunidad finalmente pasó de largo y el personaje terminó en manos de Johnny Depp, cuya interpretación todavía es recordada por generaciones y marcó el inicio de una de las alianzas artísticas más emblemáticas entre actor y director en Hollywood.

Curiosamente, Oldman admitió que solo captó la genialidad y el trasfondo de la película cuando la vio estrenada en la pantalla grande. «Al ver esa secuencia de apertura, con el barrio de casas de colores que luego da paso al castillo en la colina, todo me quedó claro en un instante», confesó el actor, ganador del Oscar por «El instante más oscuro».

Antes de pensar en Depp, Burton valoró a otros intérpretes como Tom Hanks, Tom Cruise, Jim Carrey y John Cusack, quienes por distintas circunstancias no se sumaron al proyecto, lo que evidencia el impacto potencial de cada elección creativa en el resultado final de una obra.

El rechazo de Oldman a «Eduardo Manostijeras» no frenó su carrera, pero sí representa un ejemplo de cómo grandes oportunidades pueden pasar inadvertidas incluso para los actores más experimentados. Mientras tanto, la película continúa siendo un clásico indiscutible gracias, en parte, a esa conjunción inesperada de talentos.

Hoy, este episodio sirve como recordatorio de que las visiones de los directores pueden no ser fáciles de descifrar hasta que se cristalizan en la gran pantalla. Y que, a veces, perderse un papel puede convertir a otros en leyenda mientras se crean hitos insospechados en la historia del cine.