Daddy Yankee adopta nuevo nombre artístico para resguardar sus finanzas ante disputa con su exesposa

domingo, 10 de agosto de 2025

En medio de un proceso legal que ha captado la atención de sus seguidores, el famoso cantante puertorriqueño conocido como Daddy Yankee ha dado un paso estratégico al presentarse bajo el seudónimo DY. Este reciente cambio no responde, al menos en esta ocasión, a un motivo espiritual, sino a una decisión centrada en el manejo de sus ingresos y la administración de su marca.

El nombre “Daddy Yankee” se encontraba registrado a través de sociedades en las que participaban tanto su exesposa, Mireddys González, como su excuñada. Dicha asociación forzaba a repartir las utilidades que generaba la marca cada vez que era utilizada en proyectos o colaboraciones, algo que se ha vuelto insostenible en el actual marco de litigios empresariales y personales.

Para evitar esa división de beneficios, el artista inauguró una nueva etapa recurriendo a las siglas DY, acompañadas de nuevos lanzamientos como “Sonríele”. Con este tema, el exponente urbano explora mensajes positivos y motivacionales, marcando un giro respecto al estilo que lo catapultó internacionalmente. Aunque aún no se refiere a una transición absoluta a la música cristiana, su repertorio reciente sí refleja un contenido más cercano al agradecimiento y la introspección.

El conflicto judicial, sin embargo, sigue en curso. DY ha impulsado una demanda adicional en contra de Mireddys y su hermana, argumentando que ambas accedieron indebidamente a sus correos y material de trabajo, además de eliminar archivos esenciales justo cuando intentaba recuperar el mando de sus empresas. Según el equipo legal del cantante, estas acciones habrían provocado serias complicaciones en la gira “La Última Vuelta” y en las gestiones sobre su catálogo musical, motivo por el que reclama una indemnización de 12 millones de dólares. Este reclamo se suma al proceso por un supuesto desvío de fondos que supera los 100 millones de dólares de cuentas corporativas.

Pese al complicado panorama judicial, DY está enfocado en construir una nueva identidad artística que le permita blindar sus proyectos y preservar su autonomía financiera. Su mensaje es claro: las decisiones del pasado han quedado atrás y, a partir de ahora, su carrera toma otro rumbo bajo su completo control.