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Sacerdote aconseja a cubanos ante la dictadura: «tenemos el arma del silencio y de la no participación»

El sacerdote cubano Alberto Reyes compartió una reflexión sobre la libertad.

El primer objetivo de todo ser humano es sobrevivir y en eso comparte terreno común con el resto del mundo animal. Pero a diferencia de ese mundo el ser humano es el único que siente que sobrevivir no es suficiente que la vida es más que la supervivencia física y que para ser algo más que un animal necesita elegir los valores que le permiten no sólo estar bien consigo mismo sino dar un sentido a su existencia afirmó el pasado jueves en Facebook.



Por eso es tan importante en el ser humano eso que llamamos coherencia que no es más que hacer coincidir lo que se piensa con lo que se dice y lo que se hace. Si una persona coherente no quiere vivir sometida a una ideología o a un sistema político se supone que lo más lógico es que lo exprese verbalmente y que tome acciones para cambiar ese sistema que siente que la oprime y no le permite realizarse .

Esto puede funcionar sin mayores consecuencias en un sistema con democracia donde existen mecanismos que respetan la libertad y que permiten que la sociedad vaya decidiendo los caminos por los que quiere transitar. No es así cuando se vive en un sistema totalitario o dictatorial donde no sólo no se respeta la libertad sino que se despliega una gama de mecanismos de control que van desde la propaganda continua sobre las bondades del sistema hasta la represión brutal y sistemática de todo aquel que se atreva a cuestionar ese sistema .

Ante esta situación es cierto que una persona puede elegir vivir en coherencia con sus valores y puede tomar la opción de decir y hacer lo que considere necesario aceptando cualquier precio que se derive de sus acciones .

Pero ya hemos dicho que el primer objetivo del ser humano es sobrevivir. Por eso ante el riesgo que supone la verdad es lógico que la persona busque adaptarse a las circunstancias y entre en una vida de mentira de simulación de doble moral de pactos con el sistema. Esta situación le permitirá ciertamente lograr la sobrevivencia que busca pero al precio altísimo de la esclavitud eterna .

Entonces además de plantarse y elegir la verdad abiertamente o de escapar hacia otras geografías más benignas ¿hay algo que se pueda hacer?

Sí tenemos el arma del silencio y de la no participación. Porque todo sistema totalitario necesita continuamente la renovación del apoyo popular necesita declaraciones actos de reafirmación política y por supuesto actividades de masas: marchas concentraciones bulto .

Lo genuinamente humano sería salir al paso de todo lo que oprime y hace miserable la vida de la gente pero mientras no nos atrevamos a pagar los precios inevitables de esta actitud podemos aprender a callar a no apoyar a no aplaudir. Podemos aprender a no participar a no acudir a no dejar que utilicen nuestra presencia como un arma de propaganda a favor de lo que queremos cambiar .

Es verdad que esta simple actitud también puede generar miedo pero la libertad no se conquista sin miedo la libertad no se conquista mientras sigamos haciendo caso a los repetidos y si de nuestra mente sobreprotectora: ¿y si me pasa algo? ¿y si toman represalias conmigo? ¿y si le hacen algo a mis hijos ?

Todo sistema totalitario sabe que el pueblo al que oprime no necesita aceptar la mentira del paraíso inexistente. Basta que la gente acepte vivir como si lo aceptara como si lo creyera basta que la gente pacte con la mentira porque ya con eso la misma gente que quiere un cambio de sistema lo ratifica lo consolida lo mantiene con vida concluyó.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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