Madre cubana pide más sensibilidad para trasladar a niños enfermos a hospitales

miércoles, 26 de abril de 2023

“A todas las madres cubanas: Por favor lean. Hoy tuve la triste experiencia de tener que llevar a mi niño de dos años recién cumplidos a sacarle un objeto que se metió en la nariz” contó este martes una ciudadana en un grupo de Facebook.

“No era nada más ni nada menos que un pedacito de pestaña o pegueta de los culeros desechables. Todas sabemos que los culeros por lo menos los TBKIDS vienen muchas veces con defectos de malos cortes y demás”.

“Yo dejé unos segundos a mi niño solo en la cuna con absolutamente nada y cuando regreso estornudaba mucho y ya tenía esto en la nariz al parecer ese pedacito estaba suelto en la cuna”.

“Mi consejo es REVISEN los culeros que les pongan a los niños y arránquenles esos pedacitos sobrantes son un peligro para la vida”.

“Finalmente y gracias a Dios se lo pudieron sacar con trabajo y sufrió mucho. Demás está decirles que fuimos al Pediátrico de Centro Habana y allí no había otorrino de guardia ni contaban con el instrumental según ellos para hacer el procedimiento nos dijeron debíamos ir al William Soler”.

“Al solicitar una ambulancia no nos lo aconsejaron dijeron que podían solicitarlo pero aconsejaron ir por nuestros propios medios pues la ambulancia se podía tardar muchas horas porque hay pocas y por la situación de falta de combustible”.

“Ante una situación así tuvimos que ir por medio de taxis particulares. Uno se nos acercó y nos dijo que eran 2000 pesos con los cuales no contábamos por lo que esperamos a otro taxi que nos cobró menos”.

“También hago un llamado a la solidaridad entre nosotros y si alguna tiene esposo chófer por favor comparta que por favor al ver un niño que necesita ir a un hospital se sensibilice y si no puede llevarlo de gratis por lo menos cobre lo que los padres puedan pagar en ese momento porque se trata de la vida de un ser humano y más aún de un niño”.

“Gracias a Dios el objeto no se le fue más atrás en toda esta faena” concluyó.

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Otra madre cubana también contó la mala experiencia que vivió hace unos años. “Gracias a Dios y pudieron sacarlo y el niño se encuentra bien. Sé perfectamente por lo que pasó pues hace dos años casi tres pasé por esa misma experiencia. En ese momento mi niña tenía tres añitos”.

“Estábamos en plena etapa de Covid 19 con toque de queda a las siete de la noche. Pues estábamos los tres en el baño. Su papá ella y yo. Terminando de bañarla ya había comido cogió una piedra de las plateadas que vienen en los adornos de pelo de niña. Una bola picada a la mitad de metal pues estaba debajo de la alfombra del baño se la metió en la boca y cuando la pedimos para no asustarla a la velocidad de la luz se la metió en la nariz aspiró hacia dentro”.

“Comenzó a estornudar pero no la soltó. Salimos directo para el Juan Manuel Márquez y nada me mandaron para el William. De camino al hospital un carro patrullero nos paró obvio mi esposo ni paró siguió su camino”.

“Al llegar al hospital tuvimos que esperar media hora porque el único otorrino en toda La Habana estaba comiendo al parecer tenca. Al llegar tuvo que mandar a buscar instrumental pues no había nada limpio. Luego de pasarle rastrillo y de todo y la niña sangrar como si fuera un perro me dijo con toda la tranquilidad del mundo que me fuera para mi casa que la niña no tenía nada que al parecer no me di cuenta y la había expulsado. Que si tosía tenía que ir para el hospital porque es que se me había ido para el pulmón. O si la aspiraba le caía en la tráquea y mi niña fallecía. Sin hacerle rayos x ni de nada para comprobar”.

“Pues nada nos fuimos y literalmente estuve toda la noche sentada en la cama de mi hija velando el sueño y su respiración. A las dos de la madrugada comenzó a toser para suerte de todos era para vomitar pero no expulsó la bola”.

“A las ocho de la mañana con mal de estómago. Obvio hizo una ingesta buscamos en las heces y tampoco. A las 9:00 a.m. comenzó a estornudar y ahí expulsó la bola. Pero nada según ese estúpido médico no había nada”.

Nuestro medio se reserva la identidad de las madres cubanas.