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Rescatista cubana recuerda el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas

Judith Rodríguez Reyes líder del Grupo Especializado de Operaciones y Socorro de la Cruz Roja en Matanzas confesó que en 18 años como rescatista no había vivido una experiencia similar como lo ocurrido en agosto de 2022 en el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas.

“El 5 de agosto casi a las siete de la noche recibimos la llamada del jefe de la Defensa Civil provincial informándonos que había un incendio de grandes proporciones en la zona de la Base de Supertanqueros y que era necesaria nuestra presencia en el lugar. Se nos dio la misión de dividirnos en dos grupos yo me quedé con el que atendía a las personas necesitadas entre ellos los bomberos con algún golpe de calor extremo porque las temperaturas eran muy elevadas” dijo Rodríguez al periódico oficialista Girón.



“Teníamos la función de salvaguardar las vidas el resto comenzó la evacuación de la zona de Versalles” señaló sobre el grupo de 25 personas. “Cuando concluyeron se incorporaron junto a nosotros”.

“La primera explosión ocurre sobre las 11 y 30 de la noche. Yo estaba bien cerquita del tanque encendido pues había ido con el segundo jefe del grupo a socorrer a un bombero fatigado. Enseguida dieron la orientación de salir y esperar en una zona segura en la carretera principal de la termoeléctrica. Allí se reagruparon todas las fuerzas”.

“Se toma la decisión de volver a subir con ocho rescatistas al área de los tanques. Fui al frente del grupo y trabajamos codo con codo al lado de los bomberos. Ellos haciendo su función de extinguir el incendio y nosotros detrás suyo por si alguno tenía algún golpe de calor fatiga o quemadura por el vapor o sea la labor que hace la Cruz Roja en cualquier parte del mundo: preservar las vidas”.

“Sobre las 4 y 30 de la mañana estábamos a la altura del tanque incendiado a unos 50 metros aproximadamente en una zona que habíamos definido como segura y teníamos marcada nuestra ruta de extracción por si en algún momento ocurría algo poder evacuar a las personas y a nosotros mismos. El grupo estaba un poco agotado por tantas horas expuestos a ese calor intenso”.

“Noto sobre las cinco de la mañana un cambio de coloración de amarilla a naranja en la candela en una esquina del tanque y les doy la orden de correr. De pronto siento los silbatos de los bomberos dando la orden de retirada. Fue un momento bien difícil. ¡Por suerte desde nuestra llegada allí habíamos marcado el protocolo de trabajo con la zona de extracción Salimos con mi orden de no recoger los equipos porque al final lo principal era salvar las vidas y en ese momento teníamos que preservarnos para poder auxiliar”.

“De pronto me quedo parada la temperatura era inmensa. Recuerdo que con el impacto caigo al suelo me levanto veo a dos de mis muchachas dos doctoras que se quemaron bastante… regresé y levanté a una y le digo: dale dale. Socorro a la otra también… En el momento en que ocurre la explosión la candela estaba para la izquierda pero el aire se vira empujó el fuego hacia nosotros y abrazó los dos tanques por los que íbamos corriendo. Ahí fue donde nos quemamos mi casco se me derritió en la cabeza…”

“Cuando logramos salir de detrás de los tanques ese momento de ver que los ocho nos habíamos quemado pero estábamos vivos fue una cosa que no te puedo describir yo llevo 18 años haciendo rescate soy fundadora de este grupo y es el instante que más me ha marcado fue una sensación increíble….”

“Nos miramos y sin decirnos nada regresamos para sacar a aquellos bomberos quemados que intentaban salir del área en la que trabajaban. Salimos con ellos cargados en brazos hasta que llegamos a un punto más alejado en el que nos recogió una camioneta de Cupet”.

“Una anécdota que no he contado y que fue uno de los momentos más terribles ocurrió en ese tiempo. Mi esposo el padre de mi hijo junto a cinco de mis muchachos había ido antes de la segunda explosión a desplegar unas mangueras. Quedaron atrapados. En esa confusión recibí su llamada”.

“Del otro lado del teléfono me dijo: Tata nosotros nos vamos a quedar aquí no podemos salir y no vengan a buscarnos . Imagínate ese momento para mí. Me monté en la guagua y les dije a los que estaban Si alguien se quiere bajar que se baje yo voy a entrar a buscar a los míos porque nosotros todos entramos y todos salimos y nunca abandonamos a nadie ”.

“Ellos me dijeron: No jefa donde usted se muera nosotros nos morimos . Entramos en la guagua y los bomberos nos gritaban Viren viren . De pronto nos llaman ellos y nos dicen que se habían montado en un camión. Regresamos ya la lava venía cerrando la carretera”.

“Nos dirigimos al área donde estaba la base de operaciones nuestra ahí evacuamos al personal y fuimos hasta el Pediátrico que era el hospital que más cerca nos quedaba y el que nosotros pensábamos que no estaría colapsado. Los dejamos ahí y el resto regresó para continuar evacuando el área hasta que se dio la orden de que había que parar porque el riesgo para la vida era alto…” dijo la rescatista cubana a Girón.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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