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Ulises Toirac más feliz que nunca: He tenido uno de los días más lindos de mi vida

Ulises Toirac no cabe de felicidad. Este miércoles el popular humorista cubano pudo visitar zonas vedadas al público del Zoológico de 26 en La Habana.

En sus redes sociales Toirac compartió tiernas imágenes junto a los animales a los que tuvo la oportinidad de ver de cerca e incluso alimentar algunos de ellos.



Hoy he tenido uno de los días más lindos de mi vida gracias a Coralia Leon quien tuvo la gentileza de llevar a buen puerto mi apetito de cercanía con los animales dijo.

Esto fue en el Zoo de 26 y tengo muchas cosas que contar. Del lugar que de chama era mágico y atrapaba sueños y hasta pesadillas y en el que hoy me dejaron entrar a las áreas vedadas al público agregó.

El humorista recalcó su inmenso amor por los animales por su protección su cuidado. Imagínense lo que ha sido poder tocar un lobo alimentar un bebé de mono un hipopótamo… Estoy que no me cabe un alpiste en el c… Toy feliz. Inmensamente concluyó junto a un álbum de fotografías que captaron algunos de los momentos de su visita.

El pasado domingo Día de los Padres Ulises aprovechó para hablar de su amor por las mascotas.

El Día de los Padres tiene muchas acepciones. Yo como que no tengo hijos pero sobrinos a los que adoro y sé que es recíproco y ahijados por los que doy la vida y sé que la dan por mí me siento súper completo. Pero además me siento padre de mis mascotas dijo.

En su publicación contó la historia de su perrita Lizzy quien actualmente se encuentra luchando por su salud.

Según contó a Lizzy la encontró su esposa en los bajos de su trabajo. Era una perrita sarnosa pero con unos ojos bellos deambulaba Le ofrecían comida y la aceptaba con delicadeza. Siempre con sus ojazos brillando bajo una piel llena de heridas y casi totalmente en carne viva .

En ese momento el se encontraba fuera de Cuba y a su regreso quedó prendido de amor por ella.

Esto nos va a costar caro atiné a pronunciar riéndome y acariciando aquella alegre perrita que de solo verme se dió cuenta que yo no era el que mandaba pero que igual había que pintarme mono. Y costó caro. En dinero en cariño y en atenciones. Pero era una maravilla ver cómo avanzaba le dijo a su pareja.

Lizzy se hizo dueña primero de la casa luego de la cuadra y finalmente del barrio. En la medida que recuperaba su lozanía para solo quedar una cicatriz de la sarna en uno de sus costados aumentaba su confianza y al parecer su creencia en que era la dueña de todo aquello. Especial enfasis en los niños en patinetas y bicicleta. No hay manera que pase uno sin que proteste. Al parecer sufrió abuso en su vida anterior de callejera especulamos nosotros dijo.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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